La Guerra del Pan

BATALLAEl régimen de Evo Morales se creó otro frente de conflicto, al eliminar el subsidio a la harina sin prescindir al mismo tiempo del control de precios sobre el pan.De esta forma, creó un cepo financiero para los panificadores que condujo a la lógica rebelión de estos pequeños empresarios, actualmente en cuarto intermedio.Está claro que la eliminación del subsidio de la harina es un síntoma del fin de la bonanza petrolera, fenómeno irresponsablemente negado desde el gobierno pero perceptible por múltiples señales.La reducción de ingresos por los hidrocarburos está obligando a la administración evista a hacer economías, no sobre los gastos superfluos en temas propagandísticos o megalomaníacos -nuevos palacios y satélites- sino descargando costos sobre un sector de la iniciativa privada.Reiteraremos que, si la derogación del mencionado subsidio era comprensible e incluso deseable de cara a una apertura y sinceramiento de la economía, lo insostenible es la persistencia en el control de precios dirigista.Pero la liberación de precios es difícil para el gobierno, toda vez que ha impulsado un contexto inflacionista con medidas artificiales de estímulo a la demanda interna.Otro sinsentido es la utilización de conscriptos militares como mano de obra gratuita y forzosa, para hacerles competencia desleal a los panificadores desde el Estado.Llegamos así a la Guerra del Pan, muy distinta a anteriores olas de conflicto (Guerra de la Coca, del Agua y del Gas) que, orquestadas o espontáneas, fueron capitalizadas por un proyecto populista-autoritario para el asalto al poder y el desmontaje de las instituciones republicanas.Posdata: había una vez un pan a 20 centavos, en la era neoliberal…[email protected]