Entre los hallazgos más interesantes del estudio figuran indicaciones de que en cuatro de los planetas estudiados las mañanas son nubladas, mientras que en otros dos las tardes están despejadas.
«Para determinar el tiempo en estos planetas medimos los cambios mientras los planetas giran alrededor de sus estrellas madre, e identificando el ciclo día-noche», comenta Lisa Esteves, la autora principal del estudio.
Como los planetas se encuentran muy cerca de sus estrellas, se espera que giren hacia la izquierda –igual que la mayoría de los objetos del sistema solar– y que el lado derecho se mueva en la dirección de la órbita de cada planeta. Esto provoca un movimiento hacia el este de la superficie del planeta y por lo tanto una circulación hacia el este de los vientos atmosféricos. Como resultado, las nubes se forman en el lado nocturno del planeta, donde las temperaturas son más frías, y luego se mueven hacia el lado de la mañana del planeta.
La mayoría de los planetas observados en este estudio son muy calientes y grandes, con temperaturas superiores a 1.600 grados a Celsius y tamaños comparables a Júpiter.
Fuente: ActualidadRT