La Policía está tras la pista de dos personas que tuvieron contacto con el sicario. Creen que el móvil del hecho tiene que ver con un ajuste de cuentas.
EL DEBER, Santa Cruz, Bolivia
Los familiares de Ponce estuvieron ayer por la mañana en la morgue, para recoger el cuerpo del albañil
Bonifacio Ponce Mosquera, el albañil cochabambino de 46 años que fue acribillado la tarde del viernes en la puerta del colegio Cervantino, en vida estuvo vinculado al mundo del narcotráfico.
Sus antecedentes penales así lo desvelan. Ayer el comandante departamental de la Policía, Sabino Guzmán, hizo conocer que Ponce estuvo preso en tres oportunidades por hechos vinculados al tráfico ilícito de sustancias controladas. Fue recluido en los penales de Santa Cruz y de La Paz, además de haber caído tras las rejas en un reclusorio de Argentina.
Dados los antecedentes de conducta del sujeto, para Guzmán el móvil del crimen puede ser un ajuste de cuentas narco, aunque aclaró que aún se debe acabar con las investigaciones.
Nuevos indicios
Los agentes que llevan adelante las pesquisas de este caso, están tras la pista de dos personas que tuvieron contacto con el sicario antes de que cometiera el crimen.
Una de ellas es una mujer identificada, por el comandante policial, como Martha. La otra persona también es una fémina, pero no se hizo conocer su identidad.
Además, una mujer que estaba en la puerta del colegio el viernes por la tarde contó a la Policía que ella pudo ver de cerca al asesino y que lo vio nervioso, por lo que se alejó de él, pero al momento del crimen pudo observar todo.
Los familiares de Ponce retiraron su cuerpo de la morgue judicial del hospital de la Pampa de la Isla. Al salir nadie hizo declaraciones a los medios de comunicación, respecto a lo que sucedió con el albañil