La Generala no tiene quién se le «cuadre»

Carlos Federico Valverde BravoCVB_thumb111Es, cuanto menos, gracioso lo que se ha desatado tras de la salida de la generala Chávez del mando policial luego de algunos meses de ser la segunda al mando; una salida que, si se lo piensa bien, no tiene nada de raro, porque cada vez que hay un cambio en la Comandancia Policial, se cambia a casi todo el equipo anterior; así ha sido y así será, mientras el poder político defina quienes se posesionarán en vez de tomar en cuenta los méritos profesionales de los aspirantes al Generalato y al más alto cargo de esa Institución.La señora Generala se va argumentando que se la discriminó por ser mujer y por investigar el interior policial donde, no es novedad, hay mucha corrupción; lo curioso es que la señora Generala no se quejó de discriminación y malos tratos cuando ascendió o mientras estuvo en el cargo, y tampoco informó sobre la corrupción policial que ventiló en los medios sin haber acercado una sola prueba real de lo que es un secreto a voces: Logias internas, compra de cargos y ascensos de destinos (hasta los varitas han reconocido que hay esquinas que valen más que otras en las calles cruceñas).Al final, y no sin antes quitarle más credibilidad a la Institución más desprestigiada del país, la Generala entregó el resultado de su investigación interna, (que seguramente debe ser cierto). Es una pena que no haya llevado las denuncias donde correspondía; después de ello, podía, si no encontraba eco en lo denunciado, exponerlo (porque no ha mostrado nada, sólo ha sido enunciativa) a los medios; ello hubiera permitido que la gente comenzar a creer que un cambio es posible en la desordenada Institución del Orden.Y como la “gracia” es contagiosa, resulta cómico (trágico, pero, cómico) escuchar a personeros del Gobierno salir a curarse en salud “reconociendo que hay corrupción en la Policía” aunque se argumentan que no hay pruebas de ello; entonces… ¿qué reconocen?Así se “prendió al bochi” el Vicepresidente y aseguró que «hay compras y venta de destinos» (¿en la pulpería policial?), pero que se debe investigar para conseguir las pruebas para castigar “semejante barbaridad”; o sea, que parece nomás que “los dimes y diretes” de la calle obligan a tomar posición y asumir que si hay rumores, es imposible no decir nada; ya vendrá un escándalo mayor que tape esto y, ahí queda.No hay qué hacerle… es nomás gracioso este país (Tipical country, dice el maestro Paulovich).Los Tiempos – Cochabamba