Gary Antonio Rodríguez Álvarez*“Sus mensajes me perturban la mente y me hacen reflexionar sobre la importancia de ser útil a la Patria, a Dios y a la sociedad; sobre la importancia de despojarse de taras culturalmente muy arraigadas, que tanto nos perjudican; sobre la total ausencia de una cultura de calidad; por eso estamos donde estamos: un país extremadamente pobre, dependiente, con los más bajos índices de productividad, competitividad y desarrollo humano; nuestra gente necesita educación, educación y educación para mejorar su calidad de vida”, me escribió el señor Víctor Guisbert Lizárraga, y le doy la razón.Siempre digo que hay dos cosas que cambian la vida de la gente, para bien: en lo espiritual, un encuentro personal con Dios y, en lo secular, una buena educación. Cuando digo educación no me refiero solo a la escolar sino también a la técnica que abre puertas a un emprendimiento propio o un empleo digno. Pero, he aquí un gran problema: todos quieren ser licenciados o ingenieros…Pese a que las universidades del país están saturadas de jóvenes esperanzados en lograr un título universitario, se dice que el 47% de los que lo poseen no tienen trabajo o están subempleados y ¡cuántos se han frustrado y debieron migrar al exterior para emplearse en algo que jamás hubieran pensado! Tarde se dan cuenta que frente a la aspiración de la educación superior está la alternativa de que una excelente formación técnica pueda significar el ganar mucho más que un profesional universitario aún con títulos de postgrado.En relación a esto último felicito a la Cooperación Suiza por la entrega de su Revista Bianual 2014/2015 y el Coloquio realizado en La Paz -abordando la temática de la “Formación Técnica Profesional: Oportunidades para el futuro”- donde Noel Aguirre, Viceministro de Educación Alternativa y Especial, me dejó gratamente impresionado por su innovadora visión desde el sector público; Amparo Ergueta, Oficial Nacional de Proyectos de la Cooperación Suiza, sorprendió con el dato de las más de 30.000 personas capacitadas, al igual que Gabriel Dabdoub -Presidente de INFOCAL Santa Cruz- con otras 33.000 a partir de recursos privados, mientras la antropóloga Aida Ferreyra enfocó brillantemente su atención en el tema de género. Cuatro perspectivas, todas concurrentes: se ha avanzado mucho, pero aún resta bastante por hacer.Hay que revalorizar la formación técnica en el país: que se entienda que una persona no vale por ostentar un título universitario sino más bien por lo que es, o… ¿qué opina Ud.?*Economista y Magister en Comercio InternacionalEl Deber – Santa Cruz