Violación de niña en Palmasola reactiva debate

carcel de palmasola EL DEBER

La dirección penitenciaria que depende del Ministerio de Gobierno estimó que en 2012 alrededor de 1.056 niños en edad escolar vivían junto a sus padres en las cárceles

La pequeña tiene 5 años. El caso se suma a la polémica por los «niños presos» en cárceles donde sólo el 12% de las mujeres tienen sentencia

Hace unos días, cuando la abuela de la menor fue a visitar a los padres, se percató de que la niña fue víctima de ultraje sexual al interior del penal. Manifestó que la niña se quejó de dolores, por lo que procedió a llevarla a consulta médica, donde el especialista le informó que su nieta había sido víctima de violación.Autoridades de Gobierno, la Defensoría del Pueblo y organizaciones de derechos humanos reaccionaron ante esta nueva muestra de violencia contra los menores y pidieron resolver el tema de los niños en las cárceles.»Ese es un tema delicado, porque el número de menores (que viven al interior de recintos penitenciarios) es elevado y cuando hemos querido que estos menores salgan de los centros penitenciarios ha habido una resistencia, primero de sus padres lógicamente, pero también de instituciones que trabajan cerca del sector de Régimen Penitenciario», declaró el ministro de Gobierno a ATB.Romero complementó que se están generando acuerdos interinstitucionales primordialmente para velar aspectos como el derecho a la educación y asistencia social en diversos ámbitos.»Entonces estamos generando acuerdos interinstitucionales para que los menores puedan recibir asistencia educativa, asistencia social, por parte de algunas entidades durante el día y que luego puedan trasladarse al recinto penitenciario con sus padres. Pero esto, seguramente nos va a permitir realizar acciones de mayor control», dijo.Desde 2013, la Oficina para los Derechos Humanos de las NNUU en Bolivia insiste en que este es el único país que permite a niños y adolescentes permanecer junto a sus padres mientras cumplen sus condenas judiciales. Según esta instancia se estima que más de 2.000 niños viven esta situación.Padres y madres de familia señalan que si someten a esta situación a sus hijos e hijas es debido a que no tienen quién vele por sus hijosfuera de los penales, por lo que se ven obligados a vivir con sus niños y rechazan que sean institucionalizados en hogares, por miedo también a algunos hechos irregulares que se cometen en estos centros que acogen a niños.Por su parte, la abogada Julieta Montaño, directora de la Oficina Jurídica de la Mujer, señaló que Bolivia es el país de «los niños encarcelados», ya que sólo el 12% de las mujeres en las cárceles bolivianas tienen sentencia.»El resto pueden estar ahí hasta tres o cinco años junto a sus hijos. Eso es un escándalo, una aberración que hemos denunciado ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos. Lo que dice el Gobierno es que están haciendo todos los esfuerzos por mejorar las condiciones carcelarias, que van a construir nuevos centros. Pero de lo que se trata no es de construir, se trata simplemente de agilizar los procesos y de aplicar la ley», indicó Montaño.De acuerdo a los testimonios de exreos del penal de Palmasola, al interior no hay secciones seguras, conviven unos 3.400 reos con distinto grado de peligrosidad.Al respecto en enero el Defensor del Pueblo, Rolando Villena, mostró un informe de la actual situación de las cárceles en Bolivia, informó que se tiene el registro de más de 9.000 personas sin condena, más de 1.500 niñas, niños y adolescentes en alto nivel de riesgo y vulnerabilidad y 15.000 personas viviendo en espacios construidos para albergar a 5.000, con un presupuesto de apenas seis bolivianos diarios por persona para alimentarse, cubrirse y curarse, lo que no solamente es insuficiente sino ofensivo.El reporte de la Defensoría de Santa Cruz señala que la cantidad de niñas, niños y adolescentes que viven en la cárcel de Palmasola se ha incrementado a casi 300 debido al retorno de los y las menores que el año pasado fueron remitidos a familias ampliadas y hogares de acogida. «Aparentemente las instituciones que debían hacer cumplir los acuerdos han desatendido el tema».En todos los centros de reclusión en Bolivia hay niños que acompañan a sus padres y/o madres durante el tiempo que dura su reclusión. La dirección penitenciaria que depende del Ministerio de Gobierno estimó que en 2012 alrededor de 1.056 niños en edad escolar vivían junto a sus padres. Son los denominados «niños-presos», que viven expuestos a todo tipo de violencia y vulneración de sus derechos al interior de los penales.



Fuente: El Deber