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Santa Cruz.- Durante la visita del Sumo Pontífice a la cárcel de Palmasola, un momento emotivo cautivó a todos quienes siguieron de cerca las actividades de Francisco en Bolivia.
Una pequeña niña que estaba sentada junto al Padre se levantó y espontáneamente lo abrazó con mucha ternura.
El Papa Francisco retribuyó ese gesto con el amor tan grande que lo caracteriza y estuvo con la pequeña en su regazo logrando un momento inolvidable que perdurará en los corazones de todos los bolivianos y en el mundo entero.
Fuente: Bolivia TV