William Kristol
Las negociaciones a dos bandas por el proyecto nuclear iraní han llegado a un acuerdo final que, en teoría, es más ventajoso para Irán de lo esperado. Tenemos acuerdo. Un acuerdo mucho peor del que nos imaginábamos. Es un acuerdo que otorga al régimen iraní 140.000 millones de dólares a cambio de… nada palpable: no se desmantela el programa nuclear iraní, no hay inspecciones a ningún sitio ni en ningún momento, no se frena el programa iraní de misiles balísticos, no se mantiene el embargo de armas, no se detiene el patrocinio iraní del terror.Es obviamente un muy buen acuerdo para el régimen iraní. Y es un muy mal acuerdo para Estados Unidos. Por tanto, el Congreso debería ponerse a la altura de las circunstancias. El Congreso debería debatir a fondo al respecto. Y luego el Congreso debería pasar una resolución de desaprobación. El Congreso debería superar el veto presidencial y devolver la política de Estados Unidos con Irán a una posición de fuerza en vez que una de súplica.Si esto sucede, los historiadores dirán que el 14 de julio de 2015 tocamos fondo, que fue el nadir desde el que Estados Unidos salió para recuperarse. Si el Congreso no puede superar el veto del presidente, la recuperación tendrá que empezar dentro de año y medio [con un nuevo presidente], pero desde un hueco mucho más profundo, desde una posición mucho peor para Estados Unidos, Medio Oriente y el mundo.Weekly Standard