El pasado 4 de julio las redes sociales se vestían de azul, rojo y blanco para celebrar el día de la Independencia en EE UU. Hasta Kim Kardashian lo hacía. Pero su hermana, la modelo Kendall Jenner compartía con sus más de 30 millones de seguidores en Instagram un selfie en ropa interior y cubriéndose con una mano el pezón para evitar la criticada censura de esta red social.
Kendall Jenner no sólo es la líder de esta nueva generación bautizada como las supermodelos sociales porque cierran contratos con marcas de moda gracias al poder que arrastran alrededor del mundo con sus millones de fans virtuales. Esa fue una de las razones por las que Calvin Klein la fichó como imagen de su edición limitada Calvin Klein Jeans el pasado marzo. Pero, además, la hija de Caitlyn y Kris Jenner es una clara defensora de la reivindicación de lo sexy a través de todas estas redes sociales. Porque no sólo hay que estar en ellas, hay que saber cómo usarlas. Y, por eso, es lógico que la marca americana haya vuelto a contar con ella para su última campaña de ropa interior en la que celebran una vuelta al “sexy original”.
La modelo, además, ya había demostrado su apoyo a Calvin Klein en Instagram subiendo fotos de ella en las que aparecía con las colecciones de lencería más deportivas de la marca. Copiaba así, una estrategia que le había funcionado también a Justin Bieber, quien había demostrado múltiples veces su fidelidad a la firma de ropa interior en su red social, incluso antes de ser protagonista de la campaña de hombre.
Kendall Jenner, en el desfile de Diane Von Furstenberg de la pasada Semana de la Moda de Nueva York. / AP
Isabeli Fontana, Joan Smalls y Edita Vilkeviciute acompañan a Jenner en esta última campaña. Todas, menos la modelo lituana que ya mantenía una relación previa con la marca, tienen presencia en redes sociales en las que exhiben su lado más sexy. Sin miedo ni pudor a posar en ropa interior o semidesnudas, aunque tengan que aparecer estratégicamente tapadas o en escorzos imposibles para evitar ser censuradas, como les ha pasado a Cara Delevingne, Miley Cyrus o Chrissy Teigen.
Las hermanas Kardashian-Jenner son las grandes defensoras de esta reivindicación carnal. Y les ha dado muy buenos resultados. Ahí está Kim Kardashian en la lista de los famosos mejor pagados. O ahora Kendall con este contrato con Calvin Klein. Pero también está el caso más evidente de la modelo convertida en actriz, Emily Ratajkowski. Cuyos selfies y fotos ultrasexys en Instagram ocupan más espacio en medios de comunicación que su aparición en la película Perdida.
Ella, como tantas otras, reivindican el uso de su sexualidad a través de las redes sociales como una forma de empoderamiento. “Creo que celebrar y encontrar placer en mi sexualidad me ha fortalecido, personal y profesionalmente”, dijo Ratajkowski en una entrevista reciente. “He pasado mi vida sin sentirme avergonzada por mi feminidad y confiando en mí misma, y eso me ha permitido navegar de una forma menos complicada en una sociedad misógina, en mi industria, en mis relaciones con hombres y en mis amistades con otras mujeres”.
Además, no es solo algo reservado a supermodelos. Lena Dunham es el mejor ejemplo de esta reivindicación de lo sexy posando en ropa interior en Instagram (o en la serie Girls), animando a sus seguidoras a sentirse seguras con sus cuerpos. “No creo que ahora se trate de estar muy delgada. Sólo tienes que sentirte confiada con tu cuerpo. Es el secreto para los mejores selfies. Tienes que amar tu cuerpo”, decía Irina Shayk hace poco en la revista W Magazine, en el número en el que ella, Ratajkowski y Teigen aparecían en ropa interior.
