Karen Arauz
Si los bolivianos oráramos en directa proporción a nuestros líos, seríamos el templo de oración más grande y poblado del mundo. Porque son los líos lo que nos da identidad. Son tantos, que en una semana podríamos llenar los titulares de los periódicos sin repetir titulares. Claro que tenemos un gobierno que es increíblemente eficaz a la hora de generar algo más cercano al caos. Algunos entendemos que el «hagan lío» del papa Francisco, está referido a lo legítimo de reclamar por derechos. Es haciendo lío como llamaremos la atención y lograremos dejar de ser el paradigma de lo que no existe, como es el caso de la justicia boliviana.Pero si no fuera por la genial e inédita decisión de este gobierno de «democratizar» la justicia y llevar adelante elecciones para elegir -mediante voto popular- de una vergonzosa y restringida lista de propios, el lío no hubiera adquirido las dimensiones de lo presente. El gobierno armó el descalabro hasta convertirlo en el más eficaz medio de instituir la impunidad de la enorme corrupción. La situación se hizo patente cuando una presa de Palmasola expuso la realidad a Francisco: «es más fácil pagar a un juez o a un fiscal, que acceder a un buen abogado». Y así se trató de aislar a los tres «terroristas separatistas». Fue una maniobra tan obvia con sello Pérez Quintana, que al final los tuvieron que dejar ver al Papa -de bien lejos-. Nada más pragmático que tener entre los dedos los hilos de la justicia marioneta para mantener a los otros liosos, tipo oposición, dentro de los límites que corresponde a sus veleidades autocráticas.Los habitantes de Potosí son los del lío en estos días. Aún no se los ha oído recitar el «mea culpa» y reconocer que su frustración, viene de haberse dejado embaucar una vez más y que por ello en octubre pasado, le habían dado a Evo Morales el 60% de su apoyo. Entendemos que para nadie es fácil reconocer que le toman el pelo, pero dadas las circunstancias, arman un lío que desenmascaran la despreciable demagogia de campaña. Romero, con esos aires cesarianos de los jerarcas masistas, ha declarado que «no es atribución del Presidente, reunirse con los golpistas cívicos potosinos». Bueno, dejémoslo ahí. Al final el conflicto le viene al pelo a SE para esfumarse de la sede de gobierno y evitar estar en las celebraciones departamentales esta vez en feliz armonía en manos de la oposición. Mientras, la represión a la que es tan afecto García Linera en ejercicio supremo, -con algarabía- trata de empañar los festejos julianos.Celebro que no exista la mínima posibilidad de que el papa Francisco se entere por esta notita, de lo rápido que pasó el disimulo y que ya está en plena vigencia el real modus operandi de su amigo Evo Morales y compañía. El lío de los potosinos es para lograr un hospital como la gente, una fábrica de cemento prometida que dé algunas fuentes de trabajo, una planta industrializadora de cal, un centro médico materno infantil y otras incumplidas promesas electorales. La bonanza de los precios de los minerales ha llegado a su fin y Potosí no ve los frutos de esa bonanza en su territorio. Peor aun cuando en el corazón del territorio cocalero, se ha construido por ejemplo, un estupendo aeropuerto y son millones los que se invierten en coliseos, canchas y otras veleidades que ¡oh casualidad!, llevan todas el nombre de Evo Morales.Francisco no sospecha el lío que se nos viene encima con la brusca y pronunciada caída de los mercados en la China tan amada por este gobierno. Se ha precipitado aproximadamente un 38% en las últimas semanas. La desaceleración aunque sea mínima para los guarismos chinos, sobre todo del mercado inmobiliario -por ende de la construcción-, es una amoladora en el blindaje de la economía boliviana. Los precios de nuestras materias primas, están en caída libre y eso, hermano papa Francisco, es un lío de proporciones bíblicas. Estremece de solo imaginar, la cascada de dinamitazos que los cooperativistas mineros, aliados del gobierno por ahora, lanzarán al tener que vender sus Hummers de gran lujo (coincidente gusto con los cocaleros) y la inevitable «relocalización» de miles de asalariados y su consecuente caos social.Los defensores de la pobre madre tierra en Bolivia querido Papa, ya armaron su lío. Los indígenas tan sobreutilizados en los discursos, aún sufren las consecuencias de haberlo hecho. Chaparina y la marcha indígena que se opone a que su virgen territorio sea violentado por el capricho de construir una carretera partiendo su corazón en dos, es una de las más negras páginas que este gobierno ha escrito en la historia.Y la violación de la triste Constitución boliviana que exige que los territorios originarios no pueden ser objeto de intervención o explotación sin una consulta previa a sus habitantes, ya ha sido calificado de «pérdida de tiempo» por parte de SE y ya sabemos lo que esto implica.Los profundos e importantes temas tocados por SS Francisco, son diligentemente tamizados por este gobierno. En armado «corta y pega», solo valen aquellas palabras que sirvan como trofeos personales a la administración masista.El Día – Santa Cruz