Si en anteriores narco-regímenes eran los camiones militares los encargados de trasladar la droga fabricada en base a la coca del Chapare, ahora podrían ser los transportistas de la petrolera estatal YPFB, de acuerdo a una investigación parlamentaria en curso.Las denuncias apuntan sobre todo a la empresa CRETA, con una flota de 90 camiones cisterna, a cargo del transporte de combustible entre nuestro país y Argentina, pero las pesquisas estarían por ampliarse a al menos una docena de compañías contratistas y subcontratistas de Yacimientos.El propietario de la empresa mencionada se lava las manos, señalando que la responsabilidad por los cargamentos de cientos de kilogramos de cocaína interceptados en Argentina recae únicamente sobre los conductores de los camiones, opinión que no es compartida por el juez de Orán (Salta) que lleva la causa.Todo esto nos remite a la creciente sospecha de que Bolivia bajo Evo Morales podría estar convirtiéndose en un narco-estado, tesis sostenida por prestigiosos expertos internacionales.Lo cierto es que, si desde el gobierno se quisiera aclarar el asunto de raíz, el presidente de YPFB Guillermo Achá debería haber entregado su cargo, y no solamente el gerente comercial de la entidad.Por otra parte, también es significativo que la Operación Ágata emprendida por Brasil para resguardar sus fronteras contra el narcotráfico mediante una amplia presencia militar, este año se concentre mayormente en municipios colindantes con Bolivia. Brasilia no debe querer narco-cisternas entrando en su territorio…[email protected]