El reciente anuncio de la muerte del mulá Omar abrió una nueva etapa para los talibanes, que han pasado de perseguir a quienes tenían televisión o móvil a confirmar por Twitter la autoría de sus atentados o airear su disputas internas en Facebook.
Defensores de la tradición y la bucólica vida rústica en las montañas, los talibanes se empiezan a sentir más cómodos en el mundo occidental moderno y en los medios de comunicación que antes persiguieron.
El movimiento radical que se hizo famoso por sus extremistas exigencias de vivir de acuerdo a la ley islámica con una visión misógina de la realidad, ahora se presenta como grupo deliberante que aboga por la inclusión de la mujer y que ya no recele de la ciencia.
Bajo su régimen, entre 1996 y 2001, la televisión, las cintas de vídeo e incluso las fotografías estaban estrictamente prohibidas, pero ahora tienen un departamento de propaganda que publica imágenes y vídeos de sus miembros en el campo de batalla y medios en internet a través de los que realzar su lucha y difundir sus mensajes al público.
“Pedimos a todos nuestros mujahidin, ulemas y hombres píos de campo que ayuden en la publicación del Emirato Islámico (como se denominan a sí mismos los talibanes)”, indicaron los talibanes esta semana en un correo firmado por Zabihullah Mujahid y Qari Yusuf Ahmadi, los portavoces oficiales del grupo.
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El área de prensa de los talibanes usa correos electrónicos, tienen páginas en internet y cuentas de Twitter, Facebook, además de usar mensajes de texto para difundir su propaganda pidiendo a sus seguidores que digan “me gusta” en las redes sociales o la compartan en comunidades digitales.
Incluso, las redes sociales han sido días atrás escenario de una insólita disputa pública y la diferencias internas por la designación del mulá Ajtar Mansur como sucesor de Omar.
“Después de años los talibanes se han dado cuenta de que el camino que estaban tomando les estaba llevando hacia atrás, la mayoría de sus miembros formados están entusiasmos con los sistemas de comunicación modernos para tener acceso a la información y para compartir la suya con sus seguidores, dijo a Efe el jurista especialista en libertad de expresión, Omar Mohammadi.
“No reconocen la libertad de expresión como un valor, pero lo usan como herramienta, ellos lo ejercen pero la gente bajo su control no están autorizados a expresar sus opiniones”, agregó este profesor del Instituto Nai Media.
En su opinión, la mayoría de los talibanes tenían una percepción de que los “usuarios de los medios sociales eran marionetas occidentales”.
“Incluso aprender inglés había sido un crimen, pero ahora casi todos los miembros educados y seguidores usan los medios sociales occidentales y hablan en inglés”, añadió.
Ese cambio se explica, según Misbahullah Baqi, analista político y miembro del Centro de Estudios Estratégicos y Regionales (CSRS), en el contacto que los talibanes han tenido en los últimos años con el mundo.
“Tener interacción con el mundo a través de su oficina en Catar y acceder a fuentes abiertas de información ayudó a los talibanes a abandonar viejos hábitos e incorporarse al mundo actual”, dijo.
La difusión de sus pensamientos también se apoya en la ambigüedad con que el Gobierno y la legislación han tratado siempre a los talibanes.
El analista y escritor Nazar Mohammad Mutmaeen, indicó que no se ha llegado a una uniformidad porque mientras líderes pastunes como el expresidente Hamid Karzai o el actual gobernante, Ashraf Gani, se han referido a los talibanes como “hermanos” y “oponentes políticos”, otros como el jefe de Gobierno, Abdulá Abdulá, de origen Tajik, los llama “terroristas”.
“Todavía no hay una ley especifica para describir a los talibanes, si terrorista, insurgente o simplemente un grupo oponente armado”, indicó Baqi.
Además, los talibanes tienen una gran ascendencia entre los pastunes, en el sur y el sudeste del país, que los ven como un grupo que lucha contra la invasión extranjera.
La popularidad de quienes dicen luchar por el islam en una sociedad conservadora está garantizada, pero eso no está reñido con la modernidad.
“Los talibanes que antes llevaban el Corán bajo el brazo ahora lo recitan y escuchan con un click en sus teléfonos inteligents incluso online”, indicó el profesor de la Universidad Nangarhar, Ebadullah Nasery. EFE / MG
Fuente: www.globovisión.com