Las consultas populares que se llevarán a cabo este domingo en cinco departamentos pueden considerarse ensayos del “Gran Referéndum Reeleccionista” que tendrá lugar a fines de enero del 2016, según fecha fijada por el presidente masista del Senado en usurpación de funciones del Órgano Electoral.En ese sentido, los referéndums seudo-autonómicos presentan características antidemocráticas con las que se podría estar sentando un lamentable precedente jurídico.El Tribunal Supremo Electoral (TSE), con nuevos magistrados que hasta el momento apuntan a ser tan dóciles con el Ejecutivo como los anteriores, se ha encargado de rayar la cancha con reglas parcializadas hacia el Sí a los estatutos, en flagrante contradicción con el rol de árbitro neutral que debería asumir.En ese contexto se ha generado una sobrerregulación electoral, al punto de imponer que personas físicas se registren ante el Tribunal para tener el permiso de expresarse por el No, disposición que claramente viola derechos constitucionales, toda vez que un requisito de esta naturaleza puede ser admisible para la postulación a cargos electivos pero no para la simple emisión de opiniones.Otra decisión poco transparente del TSE es la que establece el retaceo de información sobre los votos blancos y nulos, con lo que se buscaría evitar la repetición de lo sucedido en las elecciones judiciales, cuando la inconformidad ciudadana se manifestó a través de la anulación del sufragio…[email protected]