El evismo eligió la fecha del 21 de febrero para el referéndum reeleccionista por su cercanía con el Carnaval, lo que asegura cierto elemento distractivo que podría ser favorable a la ambición presidencial.De cara a esa votación, en reuniones con los teledirigidos y prebendalizados “movimientos sociales” el vicepresidente García Linera ha comenzado a dejar entrever cuál podría ser la pregunta que alista el oficialismo. Algo así como “¿está de acuerdo con que el pueblo decida quién debe ser el nuevo presidente o no está de acuerdo?”.Tal la nueva trampa o “maniobra envolvente” sugerida por Qananchiri, buscando identificar subliminalmente a los partidarios de la alternancia democrática con una suerte de “enemigos del pueblo”.“No es Evo el que decide, no es Álvaro el que decide, es el pueblo”, dijo el vice, en una nueva aplicación de la estrategia del “pedido de las bases”, que como se sabe es en realidad un mandato procedente del Palacio Quemado.Comienza la batalla por la pregunta del referéndum, donde será clave exigir una interrogante neutra y clara como primer paso, y en caso de concretarse la argucia vicepresidencial habrá que desnudar la falacia, señalando que al optar por el No el pueblo también estaría ejerciendo su derecho a decidir quién gobierna…[email protected]