Periódicamente, cada vez que se avizora un escenario de diálogo o deshielo entre Bolivia y Estados Unidos, hay algunos personajes dentro del régimen evista que procuran torpedear esos acercamientos.Sobresalen el ministro de la presidencia, Juan Ramón Quintana, y el vicepresidente Álvaro García Linera, quienes en los últimos días han lanzado una nueva andanada de ataques al “imperio” con la excusa de un hoax (noticia de dudosa veracidad) difundido por medios rusos, que además ellos se encargaron de malinterpretar a sus anchas.Hablamos del supuesto cable filtrado por Wikileaks, en el que la embajada norteamericana en Bolivia señalaba la existencia de planes de contingencia en caso de que en el país se registrase un golpe de Estado o magnicidio.Por supuesto, estos Spin Doctors o maestros de la manipulación convirtieron el efecto (planes de reacción ante un suceso) en causa (el imperio como conspirador), reviviendo viejos fantasmas agitados por el régimen en el 2008.El probable trasfondo de todo esto podría radicar en el hecho de que tanto Quintana como García Linera se han visto envueltos en denuncias internacionales sobre presuntos vínculos con el narcotráfico, y que un deshielo “a la cubana” entre Bolivia y EEUU, que conlleve algún tipo de retorno de la cooperación antidroga de inteligencia, podría no ser de su entera conveniencia…[email protected]