La industrialización, una meta aún no alcanzada en casi 10 años de gestión de Evo Morales

En 2009, las propuestas del MAS para industrializar el gas pasaban por construir una planta de transformación del Gas Natural en diésel, una planta de metanol, una fábrica de producción de Petrocasas, un Centro de Investigación e Innovación Tecnológica en Hidrocarburos y una planta Petroquímica para producir Amoniaco y Urea.

La industrialización, una meta aún no alcanzada en casi 10 años de gestión

La industrialización, una meta aún no alcanzada en casi 10 años de gestiónLa planta separadora de líquidos Río Grande. Foto: Presidencia.(SERIE DE NOTAS SOBRE EL RÉCORD DE EVO MORALES EN EL PODER)La Paz, 21 de octubre (ANF).- La industrialización de los recursos naturales en el país avanza a paso lento. Con la renuncia y fuga del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada en octubre de 2003, los próximos gobernadores del país debían cumplir las demandas emanadas ese año en la Agenda de Octubre, donde se exigía, entre otros puntos, la nacionalización e industrialización de los hidrocarburos.Pasó poco más de dos años y, como parte de su programa de gobierno en 2005, Evo Morales se comprometió a cumplir el desafío de industrializar los recursos naturales, una tarea que con el pasar del tiempo demostraría al gobernante que no basta sólo con la voluntad, sino con los medios económicos y técnicos suficientes para dejar de lado el modelo extractivo.“No se trata sólo por industrializar podemos destrozar el medio ambiente, obligados a resolver, y ahí sí necesitamos la tecnología de los países europeos”, señaló el mandatario en octubre de 2009.Ya en 2009 el jefe de Estado, a días de una nueva elección tras la promulgación de la nueva Constitución Política del Estado, manifestaba que la industrialización era una de sus principales debilidades debido a la falta de tecnología que impida contaminar el medio ambiente.Algunas de las promesas de 2005 se volvían a reiterar en el plan de gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) para las elecciones de 2009. Las propuestas para industrializar el gas pasaban por construir una planta de transformación del Gas Natural en diésel, una planta de metanol, una fábrica de producción de Petrocasas, un Centro de Investigación e Innovación Tecnológica en Hidrocarburos y una planta Petroquímica para producir Amoniaco y Urea. El plan de gobierno para las elecciones generales de 2014 replica algunos proyectos y propone otros como la planta de Propileno y Polipropileno.Los avances en la materia en este tiempo han sido las inauguraciones de las Plantas de Separación de Líquidos de Río Grande y de Gran Chaco, que permiten la extracción de etano y propano, además de la construcción de la planta de Urea y Amoniaco en Bulo Bulo, Cochabamba, a cargo de la empresa surcoreana Samsung. De esta planta se espera producir, principalmente, fertilizantes.“En estos 10 años no hay ningún producto industrializado en Bolivia. Lo que teníamos antes del 2006 lo seguimos teniendo el año 2015. Entonces no hemos industrializado nada. Muy posiblemente si se termina la planta de Urea y Amoniaco van a nacer productos industrializados”, manifestó el analista económico Julio Alvarado, para quien la industrialización no ha sido más que un eslogan en estos casi 10 años de gobierno.El hierro y el litioAnalistas coinciden en que el gobierno no ha logrado hasta la fecha cumplir con su promesa de industrializar el hierro del Mutún y el litio. Del primero, en estos diez años que cumplirá Morales en el poder, se volvió a fojas cero tras rescindir el contrato con la empresa india Jindal y, ahora, se procederá a una nueva contratación de una empresa, probablemente china, que se adjudique el desarrollo de toda la cadena productiva del Mutún.Pero por qué proyectos como el Mutún no pueden avanzar en su desarrollo. Además de los conflictos contractuales que pueda tener el Estado con las empresas adjudicatarias, la falta de tecnología, los recursos económicos para el proyecto, otro factor es el precio internacional de las materias primas.Según el analista Armando Méndez, la industrialización está supeditada a los precios del mercado; si un producto no es competitivo, no valdría la pena industrializarlo porque no generaría lucro.“El Mutún no funciona porque los precios del hierro están bajos el día de hoy, entonces la industrialización es un tema complicado que debe estar ligado al mercado, el cual debe definir si Bolivia tiene posibilidad en industrializar y en qué sectores”, manifestó el analista.La explotación e industrialización de los recursos evaporíticos son otras de las asignaturas pendientes del gobierno. En los años de gobierno del MAS, esta industria avanzó hasta la puesta en marcha de las Plantas Pilotos de Sales de Potasio; de Carbonato de Litio y de Baterías de ión-litio.El 1 de abril de este año, el Banco Central de Bolivia aprobó un crédito de 4.301 millones de bolivianos para la industrialización del litio, con la construcción y equipamiento de las plantas de Potasio (1.252 millones de bolivianos) y de Carbonato de Litio (601 millones). Además, se invertirá en la construcción de pozos de bombeo (48,5 millones) y la construcción de tortas de cosecha de sales de optimización (22 millones).Asimismo se construirán piscinas de evaporación (476 millones) con su respectiva impermeabilización (1.030 millones). A esto se suma la construcción de líneas de alta tensión (226 millones), diseño y construcción para agua potable (42 millones), gas natural licuado (7 millones), distribución eléctrica (41 millones) y caminos de acceso (52 millones), además de otros trabajos.Si bien existe una inversión para explotar el litio, los avances aún van a paso lento. Para Alvarado aún faltan acciones fundamentales para encarar la industrialización, como ser el tema de la energía que requerirán estos emprendimientos.“Con qué energía vamos a producir, esos son los temas centrales y de fondo que se amerita plantear”, señaló el economista.Morales cumple este miércoles un hito como el presidente con más larga data en el poder, con más de nueve años y ocho meses, por delante de quien estuviera en ese sitial: el mariscal Andrés de Santa Cruz que gobernó Bolivia entre 1829 y 1839.