Pericia del piloto y serenidad de Gobernador Costas destacan en percance

Integrantes del gabinete de la Gobernación de Santa Cruz revelan que hubo angustia. Aeronáutica indaga las causas del hecho.Jorge Monasterio, gerente de Aeroeste, muestra la nave y deja la indagación en manos de Aeronáutica CivilJorge Monasterio, gerente de Aeroeste, muestra la nave y deja la indagación en manos de Aeronáutica Civil. GUIDER ARANCIBIA GUILLENEl Deber Digital, Santa Cruz Kathia Quiroga, presidenta de la Asamblea Legislativa, estuvo junto con el gobernador Rubén Costas y otras personas más cuando ocurrió el percance aéreo el sábado. Así cuenta lo vivido: “Hubo momentos difíciles y de angustia porque desde que uno sube a una avioneta y está arriba ya se siente. Cuando el piloto nos avisó que no se abría el tren de aterrizaje y que iba a hacer un aterrizaje forzoso, fue preocupante. El piloto tuvo que subir y bajar la nave hasta que bajó el tren de aterrizaje, pero la rueda izquierda no se activó”.La avioneta había decolado pasado el mediodía de Roboré. Además de Costas y Quiroga viajaban Paola Parada, jefa de Desarrollo Humano; Daniel Delgado, jefe de Gabinete; y Vladimir Peña, jefe de Gobierno.Quiroga y Peña indicaron que en los momentos más difíciles imperó la calma y la templanza del gobernador. “Él nos dijo que ya había pasado por un caso similar y que no pasaría nada malo. Cuando aterrizamos y salimos de la nave sanos y salvos, nos dimos cuenta de que era la primera vez, pero el gobernador prefirió mentirnos para calmarnos”, dijo Quiroga.Contó que al joven piloto le consultaron si no era mejor aterrizar en Viru Viru, pero él prefirió El Trompillo, porque hay más medios de servicios de seguridad activados.La nave, lista otra vezLa nave del percance con matrícula CP-2566 es de la empresa Aeroeste. Su gerente, Jorge Monasterio, elevó un informe a Aeronáutica Civil. Detalló que el tren de aterrizaje izquierdo no mostró su posición de asegurado y se tuvo que hacer maniobras. Calificó como un incidente y no accidente lo ocurrido. “Esta empresa tiene 30 años, jamás tuvimos un muerto ni un hueso roto”, dijo