El embajador K y la estrategia del miedo

basteiroEl embajador argentino en Bolivia, Ariel Basteiro, se sumó a la estrategia del miedo con la que el bloque populista intenta frenar la alternancia democrática en la región. Esto, mediante audaces aseveraciones sobre un supuesto corte de las compras de gas boliviano por parte de su país (imposible por razones contractuales) o de la instauración de controles migratorios más severos.“No hay futuro promisorio para la exportación de gas boliviano a la Argentina”, fue una de las frases del funcionario autodefinido como “diplomático político”, demostrando ser más el representante de un partido que de un Estado.Basteiro abundó en declaraciones contra el presidente electo argentino, Mauricio Macri, en línea con la guerra sucia emprendida por el kirchnerismo.Es una muestra más de la destrucción de los servicios exteriores que suelen generar los regímenes del socialismo del siglo XXI, sustituyendo a diplomáticos de carrera por políticos oficialistas. Algo que también hemos visto en Bolivia en los últimos años.En el fondo, lo que Basteiro intenta es darle una mano a Evo Morales de cara a un referéndum reeleccionista que parece cada vez más complicado para el mandatario cocalero, buscando instalar alguna clase de antipatía contra quien aparece como un referente del cambio hacia el pos-populismo…[email protected]