Kenianos dominan en la maratón de Nueva York

Keitany venció en damas y Biwott en varones. El País, de España, mencionó a una aficionada boliviana que participó de la maratón.
ATLETISMO

Biwott y Keitany celebran juntos el triunfo para su país. Foto: Internet

Mary Keitany repitió la victoria en el maratón de Nueva York, ahora con un tiempo de 2h24:25, y su compatriota Stanley Biwott logró en la carrera masculina su primer «grande» con un registro de 2h10:34, en un nuevo episodio de supremacía keniana.

Los dos ganadores llegaron a la meta en el Central Park con amplio margen sobre los segundos clasificados en esta 45 edición, la etíope Aselefech Mergia y el keniano Geoffrey Kamworor, actual campeón mundial de cross.



Biwott dejó atrás en la parte final del recorrido, ya en Central Park, a Kamworor, que terminó a 14 segundos, y al etíope Lelisa Desisa, que el año pasado había terminado segundo y que llegaba tras ganar en Boston.

Por detrás del trío corría ya el vencedor en 2014 y uno de los grandes favoritos, el keniano Wilson Kipsang, que terminó cuarto.

Para Biwott, de 29 años y ganador en 2012 del maratón de París, se trata de su primera victoria en una de las grandes pruebas del circuito internacional.

Con una marca personal de 2h04:55 lograda el año pasado en Londres, donde terminó segundo, el keniano había acabado quinto en su anterior participación en Nueva York, en 2013.

En mujeres, Keitany repitió su victoria del año pasado, ahora rebajando su tiempo a 2h24:25 y con una ventaja de más de un minuto sobre la segunda clasificada, la etíope Aselefech Mergia. Mergia terminó a 67 segundos de la vencedora, mientras queTigist Tufa fue tercera.

Una boliviana que participa

Antes de que comience la prueba, el diario El País, de españa, escribió una crónica en la que menciona a una boliviana que ha participado en 10 maratones de Nueva York.

“Una prueba que conoce bien Asteria Howard, de 61 años (“¿no los aparento verdad?”), boliviana de Cochabamba. Llegó a la ciudad en 1995 para correr el Maratón de Nueva York y se quedó a trabajar como niñera sin papeles hasta su matrimonio con un estadounidense nueve años después. Pagó con sus ahorros los estudios de varios sobrinos en Bolivia que ahoran son profesionales”, cuenta la crónica de El País.

Fuente: diez.bo