Si antes eran indicios y sospechas, ahora son evidencias incontrovertibles las que vinculan a la cúpula del régimen chavista con el narcotráfico.A raíz del arresto de los “narco-sobrinos” de Nicolás Maduro, se ha revelado que parte de los fondos obtenidos con sus operaciones de tráfico de droga a gran escala iban a parar a la financiación de la campaña oficialista, para las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre. Era, entonces, un «crimen para la Corona».También se supo que el piloto del narco-avión era un teniente coronel en activo de la Fuerza Aérea Venezolana, que la Casa Militar de la Presidencia custodió el traslado de la cocaína y que el bufete de abogados que defiende a los sobrinos en Nueva York estaría siendo pagado por el gobierno de Caracas.Si quedaba alguna duda, se termina de confirmar que el proyecto continental neo-populista ha estado contaminado por fuertes lazos con el narcotráfico, ya fuera a través de las FARC, de los cultivadores de coca para cocaína del Chapare boliviano o de la formación de cárteles militares en Venezuela.Petróleo y cocaína parece haber sido la dupla que ha regido el ascenso de estos regímenes, y que también regirá su estruendosa caída…[email protected]