¿Qué provocó el trágico accidente del avión ruso en la península del Sinaí?

Restos del avión ruso de la compañía Metrojet, estrellado en la península del Sinaí con 224 personas a bordo.
Restos del avión ruso de la compañía Metrojet, estrellado en la península del Sinaí con 224 personas a bordo.

El accidente del avión ruso en la península del Sinaí este pasado sábado deja tras de sí numerosas incógnitas sobre las causas que pudieron provocar su siniestro y la muerte de 224 personas. El aparato, un Airbus A321-200 de la compañía rusa MetroJet (Kogalimavia), desapareció 23 minutos después de despegar del aeropuerto de Sharm el Sheij, rumbo a San Petersburgo, después de que los pilotos solicitaran permiso para realizar un aterrizaje de emergencia. Finalmente, cayó en una región desértica montañosa de difícil acceso situada en el centro del Sinaí. Las víctimas fallecieron a causa de «una explosión y por asfixia», según los servicios de emergencias

De los 217 turistas que viajaban a bordo del avión, casi todos eran de nacionalidad rusa, salvo tres ucranianos y un bielorruso, y entre ellos había 25 niños. Además, volaban siete miembros de la tripulación, también rusos. Fuentes de los servicios de emergencia egipcios revelaron a Efe que las víctimas fallecieron a causa de «una explosión y por asfixia», pues algunos cuerpos presentaban heridas graves, mientras que otros sólo signos de asfixia.

Poco después del accidente se supo que los tripulantes del avión llevaban varias semanas quejándose de problemas en los motores, aunque las autoridades egipcias han asegurado que el aparato estaba «en buen estado» para volar. Las cajas negras de la aeronave, localizadas y recuperadas con «daños técnicos menores» permitirán esclarecer las causas del trágico suceso, del que por el momento tanto Egipto como Rusia descartan que se trate de un ataque terrorista, como reivindica Estado Islámico. Contradicciones sobre fallos en el aparato



La mujer del copiloto del avión siniestrado, Natalya Trukacheva, aseguró en una entrevista en la televisión rusa NTV que su esposo, Serguei Trukachev, se había quejado previamente del estado del aparato. Según Trukacheva, que su hija «le llamó antes de que volara». «Antes del vuelo, se quejó de las condiciones técnicas del aparato dejaban mucho que desear», explicó la mujer.

El Airbus A321-200 accidentado fue fabricado en 1997 y acumulaba unas 56.000 horas de vuelo en casi 21.000 viajes, según detalló la casa matriz desde Francia. Por su parte, el presidente del organismo responsable de los aeropuertos egipcios, Adel Mahgub, aseguró que la aeronave fue sometida a una inspección antes de que partiera de Sharm el Sheij y aseguró que estaba en «buen estado» para volar.

Otra contradicción de las autoridades egipcias concierne al supuesto aviso del piloto para aterrizar de emergencia. Un alto cargo egipcio afirmó este sábado que antes de que el avión perdiera contacto con los controladores de tráfico aéreo, el piloto había emitido por radio mensajes de que el avión estaba experimentando problemas técnicos y que intentaría aterrizar en el aeropuerto más cercano.

No obstante, el ministro de Aviación Civil, Hossam Kamal, afirmó posteriormente que no hay signos de que hubiera ningún problema a bordo del avión, desmintió los rumores de un cambio de ruta y sostuvo que el piloto no emitió ninguna llamada de emergencia antes de estrellarse, sino que «desapareció de repente de los radares».

Por su parte, Kogalimavia mantiene desde un principio que sus aviones estaban en perfecto estado, al tiempo que descarta el factor humano, al aducir que el capitán del Airbus tenía más de 12.000 horas de experiencia de vuelo. Además, la tripulación había pasado correctamente los controles médicos.

¿Fue derribado?

El grupo terrorista Wilayat Sina, la filial egipcia de Estado Islámico, se ha atribuido en un comunicado cuya autenticidad no pudo ser confirmada el derribo del avión ruso. «Que sepan los rusos y sus aliados que no hay seguridad para ellos en la tierra de los musulmanes ni en sus espacios aéreos», aseguró Wilayat Sina en un texto difundido en las redes sociales. «Mueren decenas de personas en el territorio de Shams (Oriente Medio) por los bombardeos de sus aviones y, al igual que matan, serán matados», concluyó.

La agrupación radical difundió además un vídeo en el que se puede ver un avión de pasajeros que explota en el aire y cae en picado, pero que no aporta evidencia alguna de que se trate del avión ruso siniestrado este sábado. Técnicamente no se puede derribar un avión que vuela a esa altura

Tanto Rusia como Egipto han negado tajantemente esta información. «Expertos aseguraron que técnicamente no se puede derribar un avión que vuela a esa altura, y es la caja negra la que determinará la causa», declaró en una rueda de prensa el primer ministro de Egipto, Sherif Ismail. El ministro de Transporte ruso insistió, por su parte: «Según los datos de que se dispone actualmente, basados en nuestros contactos de trabajo con la parte egipcia, la información de que el avión fue derribado no se puede considerar verídica».

Por otro lado, expertos de seguridad consultados por la BBC tampoco se creen la información proporcionada por el grupo terrorista, ya que los yihadistas tampoco aclaran cómo derribaron el avión. El principal grupo armado asociado a Estado Islámico existente en la región sí cuenta con misiles tierra-aire, pero son incapaces de alcanzar la altura a la que volaba el avión (9.400 metros de altitud) antes de caer a plomo, según los datos de posicionamiento, aseguran.

El norte del Sinaí es un auténtico polvorín en el que operan diversas milicias armadas, entre ellas Wilayat Sina, anteriormente denominados Ansar Beit al-Maqdis (partidarios de Jerusalén), y que están en activo en la península desde 2011. Fue en 2014 cuando decidieron jurar lealtad a Estado Islámico y convertirse de este modo en su filial en Egipto.

Desde el pasado mes de julio, este grupo ha protagonizado una serie de ataques contra el Ejército egipcio, y expertos citados por la BBC creen que su objetivo es controlar plenamente la península del Sinaí para convertirla en una nueva provincia del territorio conquistado por Estado Islámico en Siria e Irak.

Estuvieran o no este grupo yihadista detrás del accidente, algunas compañías aéreas como Lufthansa o Air France están tomando precauciones y han anunciado que evitarán sobrevolar la península del Sinaí hasta que se aclaren las circunstancias de la catástrofe. No opina lo mismo la aerolínea implicada en el trágico suceso, Metrojet (Kogalimavia), cuyos responsables han anunciado este domingo que no suspenderá sus vuelos: «Todos los aviones se encuentran aptos para varios años de servicio», zanjó un directivo de la compañía.

Fuente: www.20minutos.es