Los robots son del pasado
¿Adónde lleva todo esto? Para Skylar Tibbits, otro científico del MIT, directo al “constrúyelo tú mismo”.Pero no en el sentido de batallar con un manual de instrucciones rodeado de piezas y tornillos para ensamblar una cama que acabas de comprar en una caja. Tibbits quiere decir ‘constrúyelo tú mismo’ en el sentido de que la cama, o lo que sea, se ensamble a sí misma.Esta es la idea de la impresión en 4D, la especialidad de Tibbits.Si impresoras 3D pueden producir objetos tridimensionales con solo tocar un botón, 4D significa que pueden luego transformarse u organizarse de maneras útiles.A diferencia de los robots, estos materiales no están computadorizados y no requieren de electricidad. Reaccionan a fuerzas ordinarias como presión o calor o agua y cambian, pero son pensados por los científicos para que cambien de forma de una manera predeterminada.Por ejemplo, un zapato o un neumático mojado pueden cambiar para tener mejor adhesión, y regresar a la normalidad cuando se secan. El laboratorio de ‘constrúyelo tú mismo’ de Tibbits en el MIT estudia si esta tecnología puede ser aplicada a objetos mucho más grandes, incluso en la construcción.“Son materiales que se comportan como robots, pero no precisan de robots”, dijo Tibbits en una transmisión por video. “Eventualmente proponemos que los materiales puedan ensamblarse a sí mismos de cero”.Si esto no suena lo suficientemente turbador, considere lo que Coelho asegura que es la próxima frontera: no tecnología ‘vestible’ sino chips y dispositivos con WiFi insertos en el cuerpo humano.“La tecnología migrará lentamente a la piel y luego bajo la piel, no podrá distinguirse de la persona”, dijo a la AFP. “Estoy trabajando en algunas cosas en esa área de las cuales no puedo hablar mucho”.Y con cada nueva revolución llegan nuevos riesgos de que la tecnología caiga en las manos equivocadas, por ejemplo de criminales o de gobiernos represores.“Con cualquier tecnología, podría ser una distopía total o algo alucinante y empoderador”, dijo.Refiriéndose a los científicos del Manhattan Project que inventaron las armas nucleares usadas por Estados Unidos contra Japón en 1945, Coelho alertó que científicos en las fronteras del cambio precisan tener una profunda conciencia.“Fue necesaria la gente más inteligente del mundo para crear una máquina que pudiese eliminar el planeta”, reflexionó. AFP/MGFuente: www.globovisión.com