La oposición en Venezuela elige al presidente de la nueva Asamblea. El líder de Acción Democrática, primer presidente no chavista de la Cámara en 17 años, anuncia una amnistía urgente para los opositores. El Gobierno de Maduro intenta impedir que se forme la mayoría opositora mediante trabas judiciales y un parlamento paralelo.
Henry Ramos Allup sustituirá a Diosdado Cabello en la Asamblea venezolana
El nuevo presidente de la Asamblea, Henry Ramos Allup, el pasado 29 de diciembre. MARCO BELLO.REUTERSEl líder de Acción Democrática, primer presidente no chavista de la Cámara en 17 años, anuncia una amnistía urgente para los opositores.ELMUNDO.ESALEX VÁSQUEZ | DANIEL LOZANOCaracasEl opositor Henry Ramos Allup, secretario general de la socialdemócrata Acción Democrática (AD), será el primer presidente parlamentario no revolucionario tras 17 años de hegemonía chavista. Así lo decidieron ayer, en votación directa y secreta, los diputados de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), reunidos en su último cónclave antes de la toma de posesión de la Asamblea Nacional, prevista para mañana.»A los venezolanos les pedimos que nos vigilen, que nos exijan, que nos observen. Seremos leales al electorado que confió en nosotros. No vamos a ser un contrapoder, vamos a ser el poder autónomo legislativo», subrayó Ramos entre parabienes a su rival en la votación interna, Julio Borges, coordinador de la centrista Primero Justicia (PJ), a quién derrotó por 62 votos a 49 y que ejercerá como jefe del grupo parlamentario.Ramos debe ser votado de nuevo en la sesión inaugural de la nueva Asamblea. El dirigente insistió ayer en que el proyecto de Ley de Amnistía será presentado de forma urgente y que existe un compromiso dentro de su fuerza para que en seis meses se decida qué mecanismo constitucional emplearán contra Nicolás Maduro.De esta forma, sustituye a Diosdado Cabello, cabecilla del ala militar, quien estuvo cuatro años al frente de la Asamblea. Por el mismo cargo pasaron previamente desde el primer mandatario Nicolás Maduro hasta su mujer, la primera combatiente revolucionaria Cilia Flores.Junto a Ramos estarán Enrique Márquez, de Un Nuevo Tiempo (UNT), como vicepresidente primero y, con muchas opciones, Simón Calzadilla, del Movimiento Progresista, como vicepresidente segundo. Hoy se debe ratificar esta plaza. El secretario elegido es Roberto Marrero, de Voluntad Popular (VP), conocido por ser uno de los abogados del preso político Leopoldo López.Todos ellos permanecerán en sus cargos durante 2016 y cambiarán el año que viene, ya que la oposición ha confirmado que todos los puestos serán rotatorios. Y así cada año. La Unidad Democrática había decidido previamente no entregar al oficialismo uno de estos puestos, ya que es necesaria la unanimidad de los tres en caso de bloqueos legislativos desde el Ejecutivo.Acompañados por sus simpatizantes, los 112 diputados (incluidos los tres suspendidos por el Tribunal Supremo) marcharán mañana desde La Hoyada hasta la Asamblea, en lo que se pretende sea una fiesta democrática. La oposición ha pedido que los balcones se llenen de banderas y que la gente porte los colores nacionales. Varios dirigentes continentales, como el ex presidente colombiano Andrés Pastrana, han confirmado su presencia.Henry Ramos Allup contaba con tantos pros como contras para desempeñar el segundo cargo público en importancia de Venezuela. Por una parte, el secretario general de AD, de 72 años, es un político muy veterano que se las sabe casi todas, dotado de un pico de oro para el debate. Su intervención durante las llamadas «conversaciones de paz», organizadas por Nicolás Maduro en el Palacio de Miraflores en 2014, provocó el regocijo de unos y la hilaridad de otros, pues llevaba vetado más de una década en las televisiones públicas. Ramos desarmó a los delegados bolivarianos con su dialéctica, algo que dolió en el alma revolucionaria, ya que el oficialismo le ha estigmatizado como uno de los principales fantasmas de la IV República que precedió a Chávez en el poder.En su contra, este mismo pasado que le hace ver como un político de toda la vida, justamente cuando la oposición se presenta como el cambio. Ramos fue uno de los dirigentes opositores que en 2005 apostó por no concurrir a las elecciones parlamentarias, un error histórico que el bloque antichavista sigue pagando hoy. El dirigente socialdemócrata, en cambio, fue básico para que los moderados mantuvieran la mayoría en el seno de la MUD durante las protestas anti Maduro de 2014, alineándose con Primero Justicia y Henrique Capriles.Ahora la política le ha hecho pactar con Voluntad Popular (VP), el partido de Leopoldo López y gran promotora de La Salida, con Alianza Bravo Pueblo (una escisión de AD) de Antonio Ledezma y con el diputado de Vente Venezuela, el partido de María Corina Machado. Y todo ello pese a las distancias personales, de sobra conocidas, que mantiene con los dirigentes salidistas.Ramos supo convencerles al asegurar que tras los seis primeros meses del año se deberá escoger un mecanismo constitucional para el cambio de Gobierno: revocatorio contra Maduro, declaración de una asamblea nacional constituyente, reforma constitucional para reducir el mandato del «hijo de Chávez» o renuncia del presidente.
La oposición en Venezuela elige al presidente de la nueva Asamblea
El Gobierno de Maduro intenta impedir que se forme la mayoría opositora mediante trabas judiciales y un parlamento paralelo
Elpaís.comMaduro y Cabello, este jueves / Fernando Llano (AP)Los 112 diputados electos de la oposición venezolana se reunieron el domingo para escoger a Ramos Allup, candidato que la Mesa de Unidad Democrática propondrá el martes para presidir la Asamblea Nacional. Los opositores intentan defender los resultados de las elecciones, en las que obtuvieron dos tercios de los escaños, y buscan el apoyo de la calle. El Gobierno de Nicolás Maduro maniobra para impedir que se conforme esa mayoría o boicotearla con trabas judiciales y un parlamento paralelo.Dos candidaturas se presentaron en el seno de la oposición para presidir la nueva legislatura: la de Julio Borges, líder fundador del partido Primero Justicia (PJ, centroderecha), en el que milita el dos veces candidato presidencial Henrique Capriles Radonski; y la de Henry Ramos Allup, vicepresidente de la Internacional Socialista y dirigente de Acción Democrática (AD), el viejo partido socialdemócrata que ejerció la hegemonía durante los primeros años de democracia en Venezuela.Al elegido, Ramos Allup, que obtuvo 62 votos contra los 49 de Borges, le tocará presidir un periodo legislativo que se anuncia turbulento. Con una mayoría absoluta de dos tercios de las curules —exactamente 112 sobre 167—, desde el legislativo la oposición estará facultada a partir del martes para activar votos de censura contra los ministros, una reforma constitucional para acortar el periodo presidencial o promover un referendo para revocar el poder de Nicolás Maduro.El oficialismo no ha esperado a la constitución de la Asamblea para empezar a bloquear su funcionamientoTodas esas posibilidades aterran al oficialismo, que no ha esperado a la constitución de la Asamblea para empezar a bloquear su funcionamiento. La semana pasada introdujo ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que controla, siete recursos de impugnación contra los resultados electorales del 6 de diciembre en tres provincias. Para uno de esos recursos el tribunal emitió una medida cautelar anulando la designación de los diputados —tres de la oposición y uno chavista— del Estado de Amazonas, que en teoría no podrían prestar juramento.De prosperar todas las impugnaciones oficialistas, se podría ordenar la repetición de los comicios en las circunscripciones en disputa, donde la oposición conquistó nueve diputaciones y el Gobierno solo una. Al mismo tiempo, el chavismo se sacó de la chistera un nuevo Parlamento Comunal, que se espera que comience sus sesiones hoy mismo en el llamado Cuartel de la Montaña, lugar donde desde marzo de 2013 yacen los restos del comandante Hugo Chávez. Maduro no ha ocultado su intención de otorgar recursos y potestades a este organismo de última hora, para, como indicó, contrarrestar a la “asamblea burguesa” y avanzar “en la construcción del socialismo”.Frente a las maniobras oficialistas que amenazan con dispersar el poder recién obtenido en la Asamblea Nacional, la Mesa de Unidad Democrática ha llamado a aumentar la presión desde las calles. Para el martes ha convocado a sus seguidores a reunirse en La Hoyada, una zona céntrica de Caracas cercana al palacio legislativo, donde deben acudir los 112 diputados electos.