¿Es tu culpa o la de tus genes? 😛
La organización en tu vida diaria te lleva a perder menos tiempo, a sentirte más práctica y, sobre todo, a tener la seguridad de que sabes dónde se encuentran todas las cosas. Sin embargo, no todo el mundo es capaz de mantener el orden en todas partes, y así es común encontrarse con personas que lo dejan todo tirado y son capaces de vivir donde solo ellos se entienden.
Pero, ¿acaso la capacidad de ser organizado o desordenado es algo que se hereda?
El desorden como un comportamiento
Ser organizada o no serlo es una cuestión de comportamiento. La familia, los amigos y la sociedad pueden haber influido -generalmente el desorden está peor visto que el orden en la sociedad-.Sin embargo, nadie nace siendo organizada; es una cualidad que se aprende a lo largo de la infancia. Si han faltado estos consejos y además no se han tenido patrones a los que imitar, sí que es posible que el comportamiento en la edad adulta sea mucho más complejo de cambiar.
El desorden y la personalidad
Si bien las personas desordenadas tienen que luchar todos los días contra sí mismas para mantener todo en su sitio, porque en su naturaleza está la de hacerlo todo ya y sin pensar, sí que es verdad que los psicólogos han asociado ciertas actitudes positivas a este tipo de comportamientos.
En este sentido, las personas desordenadas suelen ser mucho más creativas, apuestan por el pensamiento horizontal y son capaces de lograr retos por su fuerza de voluntad y capacidad de concentración en actividades laborales. A cambio, han aprendido a vivir con un desorden en el que se sienten plenamente cómodos -a excepción de por el disgusto social que esto genera, claro-.
En todo caso, aunque el desorden se pueda copiar de los padres, no es una característica que se herede genéticamente. Es decir, si una persona es desordenada porque sus padres también lo son, ha copiado y mantenido un hábito de vida que, en todo caso, siempre puede cambiar.
Fuente: www.imujer.com