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Sus abogados consideran que el audio es ilegal y viola la privacidad. Finalmente la fiscal Doris Rivero fue enviada a la cárcel de Palmasola por orden de la jueza cautelar Iris Justiniano durante una audiencia que se realizó en el tercer piso de la clínica Niño Jesús, donde la imputada permanece internada desde la semana pasada.Doris Rivero fue imputada por la comisión de fiscales conformada por Pablo Guzmán, Cándido Blanco e Iván Ortiz por delitos de concusión e incumplimiento de deberes luego de haber sido denunciada por el abogado Gustavo Zuna de recibir $us 100 para la devolución de un vehículo que permanecía retenido en Tránsito tras un accidente vial.La fiscal Rivero fue asistida por abogados y sobre una cama estaba bajo el cuidado de sus hijos, de otros familiares y algunos abogados amigos que acudieron para expresarle su solidaridad.Los fiscales fundamentaron que existían las pruebas necesarias para que la jueza ordene la detención preventiva de Rivero por considerar que había flagrancia.Una de las principales pruebas que presentó la Fiscalía anticorrupción fue un audio en el que se escucha la voz del abogado Zuna cuando ofrecía el dinero a la fiscal y le explicaba que su cliente tenía urgencia de retirar su motorizado. También se escucha la voz de Rivero que le pide $us 100, dinero que después es entregado por el jurista.La denuncia fue una trampaDurante la audiencia la fiscal Rivero no hizo uso de su defensa material y prefirió el silencio. Sin embargo sus abogados plantearon un incidente al considerar que el audio presentado por la Fiscalía es ilegal y viola el principio de privacidad según la norma.El jurista Juan Pablo Ibáñez además consideró frente a la jueza que tendieron una trampa a su cliente Rivero, ya que durante su carrera de más de 15 años siempre sus actos fueron honestos.El incidente fue rechazado y tras la valoración de la prueba la jueza ordenó la detención en la cárcel. Doris Rivero aún no prestó su declaración y los fiscales argumentaron que igual la imputaron porque había flagrancia.
Fuente: Cadena A, El Deber