Las conspiraciones

Harold-OlmosHarold OlmosEl discurso oficial de estas semanas ha estado pródigo en denuncias sobre conspiraciones que aumentan en decibelios al aproximarse la fecha en que los bolivianos decidirán si se altera la Constitución para beneficiar al presidente Evo Morales y a su vicepresidente Álvaro García con la posibilidad de una nueva reelección.El ruido ha sido atizado por los resultados dispares de dos encuestas, una enrarecida por la presencia de un ‘voto secreto’ inédito en la cuantificación y otra por no abarcar sino al eje central y truncar una tendencia que parecía favorecer al No. Las encuestadoras pueden haber perdido fe del público y otra vez son densas las sospechas sobre la capacidad del Tribunal Supremo Electoral de administrar el referéndum con imparcialidad.Los argumentos por la prórroga del binomio tienen un eje: solo Evo Morales podría garantizar continuidad al proceso que inició hace dos lustros y que está rumbo al tercero; ningún otro sería capaz. La afirmación, una manera de diseminar temor, es insostenible en un debate racional. Los que miran la historia ven que alterar la Constitución sobre un supuesto carácter imprescindible de personas lleva a un terreno incierto. Muchos que se creyeron imprescindibles, pronto se hallaron ante situaciones desagradables.Como es habitual, en las teorías conspirativas figuran EEUU, una derecha genérica y medios informativos. Esta vez ingresaron por la puerta grande también las llamadas ‘redes sociales’, que expresan opiniones individuales, gran parte sin mayor autoridad. También ha llegado raudo a la categoría conspirativa el perro potosino más famoso. Petardo, gracias a las expresiones del primer mandatario, se ha convertido en baluarte del No a la secuencia reeleccionista. Cuando hace una semana el presidente dijo a un canal televisivo: “Para mí, la oposición se reduce a un perro y a un zorro”, alusión a un opositor, catapultó la fama del can potosino y revalorizó su imagen asociada a quienes, desde Potosí, rechazan alterar la Carta Magna para dar libre tránsito a los re-aspirantes. Las encuestas aún no han detectado tendencias generadas por la matriculación política nacional del can.Hace un par de meses, invitado por líderes de Santa Cruz, el can había sido recibido con un churrasco abundante. La noticia que los líderes potosinos dieron esos días era que Petardo se había multiplicado y que eran varios los canes que llevaban el mismo nombre y representación. La serie la inauguró la ministra de Comunicación, Marianela Paco, cuando aseguró que en Bolivia hay una “conspiración mediática prochilena”. La declaración fue vaga, no identificó medios, circunstancias ni casos específicos, pero puede haber tenido un efecto de espada de Damocles sobre los medios.El Deber – Santa Cruz