Cochabamba fue la primera región en reportar afectaciones por la sequía.El fenómeno climático de El Niño llegó hasta el momento en forma de sequía y altas temperaturas y no de intensas lluvias como se esperaba, aunque la tendencia puede revertirse en las próximas semanas, informó el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi).
“Comparando con el año pasado hemos visto que este año (2015) se han registrado temperaturas por encima de lo normal en diciembre, llegando hasta 42 grados en el Chaco y a 36 en el Oriente, cuando lo normal es que en esta última se quede en 32 grados”, indicó la jefa de la unidad de pronósticos de Senamhi, Marisol Portugal.La experta indicó que se había pronosticado intensas precipitaciones en el oriente que no se dieron hasta la fecha y que más bien se agudizó la sequía en occidente. Sin embargo, desde que comenzó el año se intensificaron las precipitaciones en el oriente y se prevé que también lo hagan en el resto del país aunque de manera moderada.
CENTRO DEL PAÍSEl Departamento de Cochamba, en el centro de Bolivia, sufrió el 4 de enero derrumbes y deslizamientos de tierra causado por las fuertes lluvias que han dejado retenciones de tráfico de hasta ocho horas.Muchos vehículos que pasaban por este importante camino del centro del país han tenido que ser remolcados tras quedarse atrapados por este fenómeno.
PLAN DE CONTINGENCIAEl Gobierno de Bolivia elaboró un plan de contingencia por 21 millones de dólares para atender los efectos de El Niño, que ya han causado la muerte de cinco personas y dejado 13.000 damnificados, informó el 29 de diciembre el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico.»Se tiene un plan para atender las contingencias que pueda generar el fenómeno de El Niño, y se ha dispuesto de 149 millones de bolivianos (21 millones de dólares) para ayuda humanitaria a las zonas afectadas», dijo el ministro.A su vez, el titular de Defensa, Reymi Ferreira, informó en Palacio de Gobierno el 30 de diciembre que hasta esa fecha se registraron, al menos, cinco víctimas fatales y 13.000 afectados por la sequía, granizadas e inundaciones.El Gobierno, a través de los ministerios de Defensa y Desarrollo Rural y Tierras, ha puesto en marcha mecanismos de ayuda a las familias damnificadas.
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