El Gobierno busca erradicar 6.000 ha globales de coca
El Órgano Ejecutivo tiene la meta de erradicar este año 6.000 hectáreas (ha) de coca excedentaria de manera global, afirmó el ministro de Gobierno, Carlos Romero, quien inauguró las labores de racionalización de la hoja en el trópico de Cochabamba.
El acto de apertura del trabajo de erradicación de coca se desarrolló en la localidad de Villa Nueva y contó con la asistencia del viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres; del jefe nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), coronel Santiago Delgadillo, y del comandante del Comando Estratégico Operacional (CEO), coronel de Ejército Gonzalo Rodríguez, entre otras autoridades.
El titular de Gobierno indicó que se inició la labor de racionalización de la coca con 50 efectivos de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) que depende del CEO.
Explicó que por razones climatológicas, por las fuertes y constantes lluvias, no se comenzó este trabajo con anterioridad.
Sostuvo que por la experiencia de años pasados, se prevé que la racionalización pasará las 10.000 ha para este año, aunque más adelante precisó que serán erradicadas unas 6.000 ha de manera global.
Monitoreo. Según el último monitoreo de cultivos de coca de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por su sigla en inglés), las plantaciones de esta hoja disminuyeron en Bolivia de 23.000 a 20.400 ha, la más baja desde el inicio de este control en 2003. Este reporte fue presentado en agosto de 2015.
A mediados de diciembre del año pasado, Cáceres informó que la erradicación de la gestión anterior cerró con 11.025 ha de coca excedentaria destruidas.
Este trabajo será parte del monitoreo de cultivos de la hoja de la UNODC para 2015, a presentarse este año.
Romero fue contundente al advertir que no se tolerará que haya cocales en las áreas protegidas, como el parque Carrasco, en el trópico cochabambino, lugar próximo a la localidad donde inició los trabajos de erradicación. Advirtió que se harán todos los esfuerzos para ingresar incluso a lugares de difícil acceso, ya que está prohibido cultivar esta hoja en estas zonas.
La autoridad demandó a las autoridades del CEO y de la FTC coordinar y planificar los trabajos de erradicación de coca, para que este trabajo tenga éxito y se desarrolle con normalidad, sin problemas.
Añadió que se debe tomar en cuenta también a las organizaciones sociales y los controles sociales que están establecidos en el trópico de Cochabamba, ya que los cocaleros tienen ese mecanismo de vigilancia para evitar que sus afiliados tengan más de un cato (40×40 metros) de cultivo de la hoja. Los productores sancionan a quienes infringen esta norma.
Priorizarán zonas para instalar radares
La instalación de radares destinados, entre otras actividades, a identificar vuelos ilegales sospechosos de narcotráfico, es un proceso largo en el que se debe identificar y priorizar las zonas donde serán instalados estos aparatos, afirmó ayer el ministro de Gobierno, Carlos Romero.
En noviembre de 2015, Bolivia suscribió con Francia un acuerdo de compra de una veintena de radares para cobertura civil y militar, por un monto aproximado de 200 millones de euros. La empresa que dotará los equipos es Thales Air Systems, Guy Delevacque.
Estos radares servirán para la lucha contra el narcotráfico porque Bolivia, especialmente en el sector norte, se convirtió en un puente aéreo para el traslado de la cocaína que se produce en la selva peruana a mercados ilegales brasileños y europeos.
Romero indicó que la instalación de los radares debe responder a las características de cada zona a la que será destinada, ya que la topografía del territorio boliviano es variada.
El titular de Gobierno hizo notar que además de este estudio, se debe capacitar al personal, ya que se manejará tecnología de punta para la vigilancia del espacio aéreo nacional.
Bolivia ya aprobó una ley que permite la interceptación de vuelos ilegales. Además, cuenta con aviones caza Karakorum (K-8) de fabricación china para este control. Desde 2015, Perú aplica una normativa similar para luchar contra los vuelos ilegales destinados al narcotráfico.