El expresidente de Bolivia aseguró que, más allá del resultado, imprimirá un momento de inflexión histórica que servirá para recuperar la unidad en torno al mar y la institucionalidad democrática así como promover una gestión pública más eficiente y transparente de los recursos estatales.
Expresidente Jaime Paz Zamora. Foto: ANFLa Paz, 21 de febrero (ANF).- Más allá del resultado, el referéndum del 21 de febrero marcará un antes y después en la democracia, aseguró el expresidente de Bolivia Jaime Paz Zamora que se mostró optimista por la afirmación de la cultura democrática que muestra la población tanto dentro como fuera del país.En contacto con ANF, aseguró que esta fecha “hay que tomarla en serio porque nos servirá para reencauzar la unidad en torno al mar, institucionalizar la democracia y proyectar una gestión pública más eficiente y transparente en el uso de los recursos estatales”.Luego de emitir su voto en la escuela Eustaquio Méndez del municipio de San Lorenzo, en Tarija, Paz Zamora se mostró optimista y dijo que la tranquilidad y seriedad de la población durante la votación es “un triunfo de los bolivianos, una expresión de la afirmación de la cultura democrática y una demostración de que en estos 33 años no hemos arado en el mar ni sembrado en el desierto, la gente muestra una disciplina cívica democrática pacífica y ordenada”.Relató que en el recinto electoral del municipio rural donde tiene su residencia, la conversación de los votantes giraba en torno a su expectativa de que “se acaben los conflictos y puedan vivir en paz y con la seguridad de una democracia que funciona no a sobresaltos sino al reguardo de una sólida institucionalidad”.Reconoció que no estaba de acuerdo con la convocatoria al referéndum “pero es increíble que esto que parecía forzado esté dando pie a un día histórico que está definiendo el final de una etapa del proceso democrático, hoy 21 de febrero está marcando un punto de inflexión entre un antes y un después”.Según Paz Zamora, desde el punto de vista político está a punto de concluir una fase “sin puertas ni ventanas y se abre una etapa de amplia y pluralista participación en la cual creo que el sistema político se va a reconfigurar con la participación más abierta y participativa de todos los ciudadanos y las regiones”. Calificó el antes del 21 de febrero como una etapa defectuosa del sistema democrático.