Reelección presidencial, no referendo

 VH CARDENASVíctor Hugo CárdenasSegún todas las encuestas, el Gobierno perdió, por lo menos, un 20% del electorado, comparado con su tradicional 55 o 60%. Apenas logra mantener un 40% de apoyo, a pesar de un gasto millonario, parálisis de la gestión pública por los afanes electorales y la movilización nacional de los funcionarios nacionales, departamentales y locales del Gobierno.La estrategia oficialista convirtió el referendo en un plebiscito sobre el presidente. Su actual apoyo como jefe político y sus privilegios como Jefe de Gobierno y de Estado se traduce en el uso instrumental de los bienes del Estado, radio y TV y los empleados públicos, junto a la negligencia y sospechosa complicidad del Tribunal Supremo Electoral (TSE).Se destaca el personalismo y caudillismo, la supuesta magia de un supuesto modelo que importa cuatro veces más alimentos que antes y se oculta el auge por los precios de las materias primas, se proclama la estabilidad económica y se difunde un insostenible plan 2015-2020.Se insiste en posicionar como rivales de un escenario polarizado a políticos del pasado como Manfred Reyes Villa, Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos Sánchez Berzaín, adjetivados de vendepatria, agentes del imperialismo norteamericano.Sin embargo, la estrategia oficialista sabe que empieza con desventaja, debe consolidar el 35% o 40% de intención de voto, disputar alrededor de un 20% de indecisos y recuperar la erosión del 20% de apoyo, sobre todo, en espacios urbanos, donde en pasadas elecciones, ocho de las diez principales ciudades dieron la espalda.Es creciente la rebelión interna contra el vicepresidente, los corruptos y los nuevos ricos, lo mismo los escándalos de la corrupción (no solo el Fondo Indígena) y del narcotráfico, el aumento de la deuda, crecientes despojos, delincuencia e inseguridad ciudadana, disminución de los ingresos por el gas, etc.La estrategia electoral del MAS machaca el siguiente mensaje: Bolivia vive la estabilidad social y económica lograda por Evo. Es necesaria la continuidad de Evo porque es el único líder, garante de la estabilidad. Ese mensaje alimenta consignas semanales. Desde el inicial Con Evo Sí vamos bien, continuaron con Gracias a Evo, la economía del país tiene altos ingresos. Bolivia es el segundo país en nivel de crecimiento.Hay una Agenda 2015-2020 para proseguir esa estabilidad. Solo Evo garantiza esa estabilidad. Algunas de estas consignas promovieron el miedo: Si gana el No vendrá la división del país. Volverán los conflictos sociales. Si gana el No volverán los vendepatria, los entreguistas, los ladrones.Otras consignas recientes. Si gana el No, la cara del presidente no estará en la papeleta electoral. Si gana el No sólo podrán ser candidatos los q’aras, ya no Evo. Si no gana el SI, nos iremos callados (para asustar a los indecisos). Sólo Evo Morales garantiza la estabilidad. Fuera de Evo, no hay nadie. Las dos últimas semanas aparecieron: Lo mejor está por venir. Detrás del No, no hay nada. Sólo quieren desestabilizar (Un grupo opositor desubicado entró en ese juego al postular el referendo revocatorio si gana el No).La ejecución de esta estrategia muestra a un Gobierno convertido en comando de campaña electoral, con ministros convertidos en jefes de campaña departamentales que subordinan a los órganos del Estado, a las instituciones estatales, con bienes del Estado, movilidades, aviones y equipos como instrumentos electorales. Concentraciones, marchas y caminatas con funcionarios obligados.El Deber – Santa Cruz