Si eres tía compartirás estas 5 cosas que yo aprendí

Soy tía hace casi 12 años y tengo tres divinos sobrinos, dos niñas de 11 y 7 años, y un niño de 2. Si miro para atrás y reflexiono, veo en cuánto ha cambiado mi vida al haberme convertido en tía, con momentos en que los tengo más cerca y momentos en los que los tengo lejos.

Pero así como quienes tienen hijos dicen que a ser madre nadie enseña y que se aprende de los chicos, esto también aplica para las tías. Estas son algunas cosas que aprendí al ser tía.

#1 Ser responsable de alguien más



Soy la menor de tres hermanas así que más bien sabía lo que era que alguien cuidara de mí y se responsabilizara, pero nunca lo había experimentado al revés.

Al ser tía aprendí a salir de mi “cabeza” y preocuparme por cosas que ni se me hubiesen ocurrido, como felicitarlos si comen las verduras o controlar que no vayan a meter los dedos en el enchufe.

#2 Soy un ejemplo para alguien

Quizás muchas penarán que eso lo aprendes al ser madre, bueno, yo lo aprendí al ser tía porque eso me tocó primero.

Por ejemplo, mi hermana no escucha cumbia, es más, le molesta. Yo escucho algunas cumbias y, cuando paso tiempo con mis sobrinas, ellas las escuchan conmigo. La última vez que vi a la más pequeña, ya ponía en YouTube algunas. Sí, la madre me quiere matar.

#3 Los niños hoy, son rapidísimos

No sé si tiene que ver con la tecnología, con la forma en que se mueve el mundo, con lo instantáneo de las cosas, pero estos niños sí que vuelan.

Tienen respuestas a cuestiones que jamás me planteé, me dan respuestas más sabias que cualquier psicólogo y me sacan de un apuro tecnológico en un abrir y cerrar de ojos.

#4 No debo sentir culpa

Luego de golpearme contra la pared por permitir cosas que, quizás, no debía, me he dado cuenta que puedo ponerles límites si ellos tienen claro que los amo y por eso…

#5 A decir mucho más “te quiero”

¿Cuántas veces le dices a tu madre que la quieres? ¿Y a tus hermanos? ¿Y a tus amigos? Pues, yo entendí con las niñas, que siempre tienen un lindo “te quiero para mí”, que hay que decirlo más y, mágicamente, las relaciones con las personas florecen.

Y tú, ¿qué lecciones te han enseñado tus sobrinos? ¡Me encantaría que me cuentes! Y ya que amas tanto a tus sobrinos como yo, te encantará saber qué aman ellos de ti.Fuente: www.imujer.com