De Porvenir a El Alto

javier-paz-garciaJavier Paz GarcíaLos enfrentamientos y muertes en Pando en 2008 y en El Alto en 2016 tienen muchas similitudes. Los involucrados fueron grupos afines al Movimiento Al Socialismo (MAS), por un lado, y opositores, por el otro. En ambos casos, los líderes opositores víctimas del ataque, Leopoldo Fernández como gobernador de Pando, y Soledad Chapetón como alcaldesa de El Alto, alertaron a la opinión pública de la naturaleza violenta de los movimientos afines al MAS y solicitaron desesperadamente la intervención policial y militar para evitar que sucedan enfrentamientos.En ambos casos, la Policía Nacional y el Ejército hicieron caso omiso de los pedidos de auxilio de las autoridades locales y dejaron que los movimientos afines al MAS cometieran sus desmanes. Este abandono intencional de las fuerzas del orden se debe interpretar como una decisión política de esferas superiores del poder para que los enfrentamientos sucedan.En Pando el primer muerto fue un empleado de la ex-Prefectura, hoy Gobernación, el ingeniero Pedro Oshiro, quien, estando desarmado, fue capturado por los movimientos masistas que se dirigían a Cobija a hacer una marcha ‘pacífica’, fue puesto de rodillas y asesinado con un tiro a quemarropa. En Pando, siendo un departamento rural, donde no es extraño que la gente tenga armas, la muerte de Oshiro desencadenó la indignación de los lugareños, que se organizaron y enfrentaron a los movimientos masistas.Hubo muertes de ambos lados y al partido de Gobierno esto le cayó como anillo al dedo: pudo apresar a Leopoldo Fernández, tomar el control de la ex-Prefectura, victimizarse nacional e internacionalmente y dibujar a la oposición como asesinos y racistas.En la ciudad de El Alto, el MAS no logró quedar como víctima porque hubo mayor cobertura mediática, videos caseros y, para su mala suerte, los funcionarios municipales alteños no se defendieron. Los únicos muertos fueron seis empleados de la Alcaldía opositora. Algunos ministros acusaron a la alcaldesa de provocar un autoatentado, algo que nadie creyó.El Ministerio Público, una entidad desprestigiada y parcializada, indica que la alcaldesa no quiere colaborar con la investigación.El presidente Morales lamentó las muertes y pidió capturar a los culpables… Yo no le creo.El Deber – Santa Cruz