Análisis. Ambas instancias sostuvieron varios puntos de discrepancia en los últimos años. El punto reciente de discordia es la nueva Carta Pastoral, que aborda el tema de la drogadicción y el narcotráfico.
Los puntos de controversia entre la Iglesia y el Gobierno
Página Siete / La PazPablo Peralta Miranda. Periodista»El narcotráfico, en su estrategia de expansión e impunidad, penetra incluso estructuras estatales y fuerzas del orden, comprando conciencias”, establece la Carta Pastoral que la Conferencia Episcopal Boliviana acaba de publicar.La frase del documento, que titula Hoy pongo ante ti la vida o la muerte, generó gran revuelo y polémica, dado que aborda el tema de la drogadicción y el narcotráfico.En el último tiempo, desde el Ejecutivo se efectúa una diferenciación entre la jerarquía eclesial y la «iglesia de base”, y que la primera está «muy distanciada de la Iglesia de base” y de la «realidad boliviana”.La publicación del texto es el más reciente punto discordante entre la Iglesia y el Gobierno. «No acepto que nos digan narcotraficante, no comparto, por eso estoy dando un ultimátum, que den nombres de quiénes son los narcotraficantes del Estado, es el Presidente, es el Vicepresidente, diputados, senadores o tal vez gobernadores”, fue la respuesta del presidente Morales a la Carta Pastoral.Ante esa réplica, Erwin Bazán, vocero de la Conferencia Episcopal Boliviana, afirmó: «No creo que tengamos que preocuparnos por ultimátums cuando vivimos en tiempos democráticos”.Líderes, la polémicaOtro punto de discrepancia entre el clero y el Gobierno fue la formación de liderazgos. En la 101 Asamblea de Obispos, el 7 de abril, los prelados de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) advirtieron -a través de un comunicado- que en el país hay una carencia de líderes «auténticos, veraces y honestos”. En ese marco, plantearon la formación de nuevos líderes que respeten el poder y la voz del pueblo.»Se advierte la presencia de generaciones resignadas y pasivas que viven la ley del menor esfuerzo. En este sentido, se constata el vacío de líderes auténticos, veraces y honestos”, establecieron los obispos.Un día después, el vicepresidente Álvaro García Linera sostuvo que en la instancia en que debe haber liderazgos es en la jerarquía de la Iglesia Católica.»Está claro que donde tiene que haber una renovación sustancial de ciertas jerarquías de los mandos superiores es en el ámbito de la Iglesia Católica, que ha tenido un distanciamiento de los humildes y de los pobres”, replicó García.El analista político Carlos Cordero considera que «el que tiene puntos discordantes, el que entra en conflictividad, el que tiene una actitud hostil es el Gobierno, evidentemente con algunos obispos, los llama jerarcas de la Iglesia pero es el Gobierno, porque la Iglesia no tiene conflicto con el Estado”.El diputado oficialista Manuel Canelas sostiene que «parte de la jerarquía eclesiástica que tiene muy poca simpatía con el Gobierno y a la vez es una simpatía a mucho ánimo de intervención en ciertos debates públicos, que yo creo que en la medida que esa intervención está mejor sustentada con algunos datos y con algo menos de beligerancia podría tener un mejor efecto”.Otros puntos de conflictoDesde el año 2006, el Ejecutivo ha sostenido una serie de polémicas con al menos cinco sacerdotes. Un caso emblemático fue el relacionado con el padre Mateo Bautista, quien emprendió una campaña con el fin de que el 10% del presupuesto público se destine al sector salud. Durante la escalada de la polémica incluso el presidenteMorales dijo que el cura responde a «intereses de la oposición y la derecha”.El padre Mateo respondió que «esto no es un asunto personal, aquí no importa lo que le digan al padre Mateo, sino que se debata el proyecto”. No obstante, a fines de 2015, abandonó el país tras prestar sus servicios pastorales durante 13 años en la parroquia Espíritu Santo de Santa Cruz. En aquella oportunidad, el Arzobispado de Santa Cruz lo confirmó a través de un comunicado: «No existe mala voluntad de la iglesia local sino que este cambio de misión se realiza en el marco del derecho propio de la congregación a la que pertenece el padre Mateo”.Uno de los temas de discrepancias entre el Gobierno y la Iglesia fue con el Cardenal Julio Terrazas en torno al doble aguinaldo. Cuando los jubilados se movilizaron con el fin de acceder a ese beneficio, el 24 de noviembre de 2013, el cardenal Terrazas dijo lo siguiente: «No se puede decir a los ancianos no les damos (el doble aguinaldo) porque ellos ya no aportan al país, ¿esas estupideces entran? Eso no tiene nada que ver con nuestra fe, ¿cómo van a decir que los ancianos no hacen nada? ¿Acaso no decimos que son la riqueza del país?”.En aquella oportunidad la entonces ministra de Desarrollo Productivo, Teresa Morales, tildó la declaración de «exabrupto”.Cuando Terrazas falleció, el 9 diciembre de 2015, una de las voces que lamentó lo sucedido fue la del presidente Morales. «Mi sentimiento de condolencia a la Iglesia Católica, a la familia católica boliviana, al pueblo creyente, a la familia del cardenal”, dijo el Jefe de Estado.Otro impase sucedió en noviembre de 2010, cuando monseñor Tito Solari denunció que supuestamente había jóvenes que se dedicaban a la venta de droga en las regiones cocaleras. «Siento una preocupación grande porque hay jóvenes de los colegios de secundaria que, en la noche, salen para trabajar en el tráfico de cocaína”, dijo en esa oportunidad.En aquel entonces, los dirigentes cocaleros de Cochabamba solicitaron retractarse a Solari y hasta amenazaron con demandar su expulsión de Bolivia.Desde el Ejecutivo se le pidió que muestre pruebas de lo sucedido. Mientras que desde la Conferencia Episcopal Boliviana se sostuvo que las palabras del sacerdote «no hieren a nadie, sino que más bien buscan defender la integridad y dignidad” especialmente de los jóvenes.En 2012 sucedió otro punto de controversia. La Iglesia y la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia llevaron adelante un proceso de verificación a la consulta que llevó adelante el Gobierno en las comunidades del área protegida TIPNIS.En aquella oportunidad, el sacerdote Jesús Juárez fue uno de quienes presentó el informe que estableció que la consulta no se ajustó a los estándares establecidos en las normas nacionales e internacionales.Entonces, el presidente Morales sostuvo que el año 2000 el sacerdote Juárez le insinuó que el entonces ministro de Gobierno, Guillermo Fortún, podría financiar su campaña política.Otra controversia se dio cuando el 29 de marzo de 2015 el sacerdote jesuita Xavier Albó analizó los resultados de las elecciones subnacionales.En una entrevista publicada por este medio el 12 de abril de ese año, éste afirmó: «Yo creo que si aprenden (en el Gobierno) a ser más pluralistas, si han aprendido, entonces el batacazo ha sido en buena hora”. Esa misma jornada, Morales replicó: «Mi padre Albó no puede mentir”.El 5 de abril de este año se condecoró a Albó con la medalla Cóndor de los Andes, en el Grado Caballero, por su labor en defensa de la democracia, de los derechos de los más pobres, como también de los indígenas y marginados.Ese día, Albó pidió al presidente Morales «reconocer” que «se perdió” el referendo constitucional, y agregó: «Tú puedes descansar, Evo, y luego volver (en los comicios de 2025)”.Puntos de vistaCarlos corderoAnalista político»La influencia de la Iglesia”La influencia de la Iglesia está en función de tres factores: 1) la primera es el número de católicos: 76%,82% se mueve en ese rango; 2) la capacidad de movilización que podría tener la Iglesia a través de sus parroquias; la Iglesia habla a través de cartas pastorales, pero lo hace en las parroquias, a través de los sacerdotes, etc.; 3) la Iglesia tiene más de 2.000 obras sociales en temas de salud, educación, mujeres, niños en situación de abandono, riesgo; más de 2.000 obras sociales y eso también es importante. El Gobierno trata de minimizar esa influencia.Manuel canelasDiputado del MAS»Buscar un clima de entendimiento”¿Cuál es la clave para encontrar un clima de entendimiento? No entrar en cruce de acusaciones, sobre todo las cargadas de adjetivos y que no contribuyen a un clima de entendimiento. En la medida que se acepte que cada uno tiene su ámbito de influencia, de trabajo, con un matiz que es muy importante: el Gobierno nació de la voluntad popular y de las urnas; la Iglesia tiene otro tipo de origen. En la medida que se respeten esos ámbitos de influencia y haya un diálogo franco, apoyado en datos y con intervenciones comedidas, seguro que habrá un clima de entendimiento.