Todo parece indicar que el “paquete de reformas” se está imponiendo al interior del oficialismo sobre la “vía cocalera” para la apertura de la Constitución, consistente en repetir el referéndum específico sobre la repostulación.Y no sólo por razones de camuflaje, es decir, la intención de hacer pasar “de contrabando” el artículo reeleccionista entre otros referidos a los cambios en la administración de justicia, sino porque los cabecillas del régimen también están muy interesados en asegurarse un blindaje judicial de cara a un futuro fuera del poder, que ya comienzan a ver próximo.Para esto se buscaría anular la elección directa de magistrados por voto popular, innovación por ellos mismos introducida en la Constitución de La Calancha, para pasar a una designación a dedo presidencial.Esta contramarcha se explica porque el 2017 fenece el mandato de los actuales magistrados y se impone la elección de una nueva camada de jueces. Pero sucede que en la actual coyuntura de repliegue del apoyo oficialista podrían surgir varias “crías respondonas”, por más que la preselección pase por la bancada gobiernista en el Parlamento (ya sucedió con Gualberto Cusi y se teme que el fenómeno se expanda).La alta corrupción y los crímenes de lesa humanidad cometidos hacen temer en la camarilla un porvenir plagado de investigaciones aún peor que el del lulismo en el Brasil. Entonces, la insistencia en la repostulación no basta. Por si acaso, se procura además el blindaje judicial…[email protected]