Gunnar, el alma “milagrosa” que atrae a cientos de creyentes en Cochabamba

[vid url=http://cd1.eju.tv/video/1606/PB1606160710.mp4]“Vengo de todo corazón a pedirle a la almita para que me colabore en la salud, familia y negocio”, fueron las palabras de Esteban Pahuasi Colque quien llegó desde El Paso, en el municipio de Quillacollo, para solicitar algunos favores a la “almita” que tiene una capilla en el sur oeste del puente Huayna Cápac.Desde hace aproximadamente dos meses atrás este espacio se convirtió en uno de los más visitados por gente que llega por comentarios o curiosidad. El lugar se llena de gente por las noches y siempre tiene velas y flores.Una de esas personas fue una joven que pasaba por casualidad y decidió bajarse del micro para pedir por salud.“Si hay tanta gente debe ser por algo”, dijo Brígida Cabrera. Metros más allá, Pahuasi con coca y cigarro en mano, recordó que es la segunda vez que viene a pedir por su familia dejando un ramo de flores.A su lado, Edwin Arispe pide en silencio y mirando a la capilla que lo ayude a sacar licencia de conducir después que se aplazó en el primer intento.Entretanto, el padre del alma, Benedicto Mamani Challapa (70) observa con asombro lo que ocurre, y aún sin poder entender, agradece a cada una de las personas que llegan con fe hasta el sitio en el que falleció su hijo: Gunnar Mamani Chavarría (20).Mamani, al ver a este medio, se acerca y pide contar la verdadera historia. Comenzó señalando que el 6 de junio de 2010 fue el día en que Gunnar falleció.“Él fue a una fiesta por el Parque Mariscal Santa Cruz, pero cuando se retiraba en estado de ebriedad tropezó con un tubo grueso que se encontraba en el piso. Cuando se incorporó estaba en el límite para caerse hacia el río Rocha y por un desequilibrio cayó abajo de cabeza”, relató.Descartó que su hijo haya sido inhalador de clefa, haya chocado con una moto, que se haya tirado por su pareja del puente Huayna Cápac o que se trate de una cholita como se comenta.Mamani dijo que su hijo falleció cuando era auxiliado. Tenía 20 años y fue enterrado en el Cementerio General. Dejó una hija que ya tiene nueve años. Continuó indicando que el suegro fue quien hizo la capilla, pero que ellos pusieron la cruz. Desde entonces, las flores no faltaron.“Yo quedo admirado por tanta gente que viene, estoy agradecido con ellos, me siento feliz, pero al mismo tiempo siempre dolido por el hijo que uno pierde”, reconoció su padre.Por los favores que el alma hizo a personas que llegaron para pedir por algún problema primero aparecieron las flores, luego un techo hecho de calaminas, le siguieron unos adornos hechos de cal, recipientes para velas y cartas de agradecimiento por los favores recibidos.Ahora, desde las 5:00 y en las noches se ponen hasta tres misas por el alma. Los viernes y lunes son los días más concurridos porque los creyentes que oyeron de los milagros llegan en mayor número.Los pedidos van desde un terreno, que regrese la pareja,  salir profesional, ganar demandas judiciales hasta pasar de curso.Este espacio también se convirtió en el lugar propicio para que algunos comerciantes de velas se asienten de manera eventual. Incluso, existe una zona exclusiva para la q’oa con rezos. El congestionamiento vehicular también aumentó en el lugar.Fuente: PAT, Los Tiempos