Los regímenes de la ALBA, políticamente en retirada, ensayan una estrategia desesperada para mantenerse en el poder, consistente en autogolpes contra el ordenamiento constitucional.En el caso de Venezuela, el madurato baraja la posibilidad de abolir la Asamblea Nacional (AN) utilizando para tal fin al sumiso Tribunal Supremo de Justicia, mientras que en Bolivia el gobierno evista estudia la anulación del referéndum del 21F, posiblemente también con la colaboración de alguna instancia judicial cooptada.En cualquiera de los dos casos, estos atropellos darían lugar a acciones ante el sistema interamericano y la comunidad internacional, con lo cual Venezuela no sería el único país expuesto a la activación de la Carta Democrática de la OEA.Sin duda, el aferramiento autoritario al poder de las camarillas neo-populistas tiene mucho que ver con sus manejos cleptocráticos, que podrían llevar a sus integrantes ante los tribunales tras la salida del gobierno, tal como está sucediendo en Argentina y Brasil…[email protected]