El político Rodrigo Paz, nacido en España en 1967 y alcalde de la ciudad de Tarija, afirmó que «Bolivia tiene que ser una democracia sólida, institucionalizada, con menos liderazgos únicos y más Estado razonable».Paz Pereira, hijo de la española Carmen Pereira y el ex presidente Jaime Paz Zamora (1989-1993), nació en Santiago de Compostela y vivió su niñez en varios países debido a que sus padres fueron perseguidos durante los gobiernos militares.El alcalde de Tarija, que acaba de cumplir 49 años, defendió en una entrevista que Bolivia necesita una democracia con menos liderazgos únicos, aunque reconoció que desde el siglo XX la política del país se ha desarrollado con esa marca.»Antes de la democracia y durante la democracia los partidos políticos se han constituido bajo liderazgos únicos. Incluidos todos los partidos. No solo es el caso puntual de un partido, sino de todos», enfatizó el dirigente, regidor tarijeño desde 2015.Contrastó «ese modelo de gestión política» tan fuerte en la sociedad boliviana con la necesidad de trabajar por el desarrollo de una «institucionalidad partidaria».Para superar ese paradigma de gestión y avanzar hacia «la democracia del siglo XXI», Paz abogó por trabajar para que la institucionalidad de la política se arme en función de proyectos políticos donde prevalezca «el conjunto de los integrantes» y «el resumen de las propuestas» más allá de los liderazgos.En segundo lugar, defendió la necesidad de «un Estado que trabaje en función de la sociedad y no la sociedad en función del Estado».Si el Estado «dictamina una visión y la sociedad continúa ese proceso», advirtió el político, «perdemos el poder transformador del ciudadano, que es central».Paz Pereira, que derrotó en 2015 en las elecciones municipales al partido del presidente Evo Morales, el Movimiento al Socialismo (MAS), prefirió ahora no fijar una posición sobre la persistencia de esa fuerza de promover otra vez la candidatura del gobernante para buscar en 2019 un cuarto mandato consecutivo, pese a que esa intención ya fue rechazada en un referendo.»Respeto a todas las organizaciones políticas que a través de sus liderazgos pretendan llevar adelante sus visiones, o sus propuestas de gestión del Estado, no me meto en eso», dijo.El alcalde, que también fue diputado en la década pasada, además reivindicó la historia de su familia en la lucha por la democracia en el exilio.»Muchos de los que hoy gobiernan o gobernaron antes no entienden todo lo que fue construir esta democracia, y yo lo sentí de niño en los exilios», apuntó.Paz Pereira llegó a la Alcaldía en pleno desplome de los precios del gas natural, algo que hizo que el presupuesto municipal pasara de 173 millones a 72 millones de dólares en sólo dos años.Tarija es la capital del departamento del mismo nombre donde están las mayores reservas de gas natural del país.Al margen de esos ingresos por el energético, que ahora han disminuido, la autoridad edil destacó que trabaja para lograr que Tarija sea el segundo destino turístico de Carnaval en Bolivia, después del folclórico de Oruro, y un lugar valorado en los festejos de fin de año para «un grupo de alto poder adquisitivo».Tarija, atravesada por su río Guadalquivir, tiene varias referencias que la hacen conocida popularmente como la Andalucía boliviana, y una destacada producción de jamones, vinos de altura y el singani, un aguardiente de uva propio del sur del país.Fuente: www.correodelsur.com