Diez maldiciones que solo se han cebado con las celebridades

Famosos condenados al anonimato, a la pobreza o, peor, a una muerte prematura. Sí, la mala suerte VIP también existe.

John F. Kennedy Jr, en el 20 aniversario de la muerte de Robert Kennedy.

Cuando la tragedia golpea duramente a una celebridad se suele hablar directamente de que ha sufrido los efectos de una maldición. Siempre ha sido más atractivo creer en conjuros fatales que asumir que todo en esta vida es casualidad. Sin querer tomar el relevo de Iker Jiménez, repasamos aquí algunas de las “maldiciones VIP” más famosas de la historia.

Los Kennedy

Asesinatos, muertos en el campo de batalla, suicidios, accidentes aéreos, embarazos malogrados, fallecimientos prematuros… Absolutamente todo se ha dado en la familia del desaparecido presidente de Estados Unidos. El origen de su mala suerte parece estar en el patriarca de la familia, Joseph P. Kennedy. Según se cuenta, un rabino judío le maldijo tras un incidente –otras versiones hablan de una gitana– augurando desgracias fatales a sus descendientes directos. Éstas no tardaron en llegar: su hija Rosemary fue sometida a una lobotomía con pésimos resultados, su primogénito murió en el campo de batalla durante la 2ª Guerra Mundial y el presidente JFK y su hermano Robert Francis fueron asesinados.Pero la segunda generación tampoco consiguió librarse de esta “maldición”. De los hijos de Robert Francis, dos fallecieron prematuramente: David por una sobredosis de cocaína y analgésicos, y Michael en un accidente de esquí. A ellos hay que sumar la pérdida de tres de los hijos de JFK, uno de ellos a los pocos días de vida, otro antes de nacer y John John en un trágico accidente de avioneta que acabó no solo con su vida, sino también con la de su esposa Carolyn Bessette y la hermana de ésta. También recientemente, los medios se hicieron eco de la aparición del cadáver de la exesposa de Robert F. Kennedy Jr., Mary Richardson Kennedy, en su casa. Todo apunta a que se quitó la vida.

La maldición de los Grimaldi

La familia real más mediática tampoco se ha librado de juramentos. Al parecer, fue una gitana quien en el siglo XV maldijo a un antepasado de los Grimaldi por no cumplir su promesa de matrimonio tras mantener relaciones sexuales. Según cuentan, la mujer condenó a no encontrar la estabilidad emocional a todos aquellos descendientes que se casaran antes de los 50 años.Nadie puede poner en duda que desde entonces la vida sentimental de los miembros de la Casa Real monegasca ha sido bastante agitada: Antoinette, hermana de Rainiero, se casó en tres ocasiones. Algo parecido le ocurrió a Carolina, que además enviudó de su segundo marido en un trágico accidente. Y la estabilidad de sus hermanos, Estefanía y Alberto, también ha sido agitada. Tanto que este último incluso esperó a superar la cincuentena para casarse, no sabemos si por superstición o pereza. Aún está por verse si la maldición afectará o no a la siguiente generación.

Grace Kelly y Rainiero de Mónaco, felices antes de sufrir la maldición.

Los Onassis

Probablemente, junto a los Kennedy, ésta haya sido una de las familias más golpeadas por la tragedia, tanto que ha llegado a hablarse de maldición: Tina Livanos, ex esposa de Aristóteles Onassis, se suicidó; María Callas, su amante intermitente, lo intentó varias veces; Alexander, su primogénito, falleció en un accidente de avión; años después su hija, Cristina, murió a los 38 años por un edema pulmonar. Su única nieta, Athina (hija de Cristina), a lo largo de toda su vida ha hecho todo lo posible por huir de la desgracia que ha perseguido a su familia, aunque ello no haya evitado el suicidio de la anterior pareja de su exmarido y su divorcio.

Maldición del Oscar

La felicidad momentánea de ser galardonado con un Oscar puede conllevar un alto precio, y éste es pasar al olvido o, peor, a protagonizar únicamente películas comerciales sin éxito de crítica y, a veces, ni tan siquiera de público. Un fenómeno que ocurre con más frecuencia de lo que pudiera parecer. ¿Alguien recuerda el nombre del actor que interpretaba a Salieri en la película Amadeus de Milos Forman o el del protagonista de The Artist? Esos son de los casos más extremos, aunque hay que tener en cuenta que tampoco eran intérpretes muy conocidos antes de llevarse el premio. Son los actores más consagrados los que más sufren esta desgracia tras recibir su Oscar: Adrien Brody, Mira Sorvino, Marisa Tomei, Hillary Swank, Halle Berry, Angelina Jolie, Cher, Nicholas Cage o el italiano Roberto Beningni nunca han vuelto a ser los mismos tras recoger su estatuilla mientras el mundo les aplaudía.

La maldición de Darth Vader

Algo similar al caso anterior le ha ocurrido a los actores que interpretaron a este personaje. Jake Lloyd, Hayden Christensen y David Prowse dieron vida a Darth Vader –o Anakin Skywalker– en alguna de las películas de la saga de Star Wars, pero jamás volvieron a conseguir un papel de éxito después de ponerse el casco oscuro. Se ve que la presión de participar en una película tan taquillera es tanta que muchas veces, finalizado el rodaje, a los actores les resulta imposible remontar. Una situación de la que también se han quejado actrices de la saga como Carry Fisher o incluso la mismísima Natalie Portman, que no quiere ni oir hablar de sus días como princesa Amidala.

Natalie Portman, en el estreno de

La maldición de Atuk

Atuk es el título de un guión cinematográfico escrito hace más de 35 años pero que nunca se ha rodado. Lejos de tratarse de un argumento de misterio o terror, está escrito en clave de comedia y narra las desventuras de un esquimal en Nueva York. La maldición de este Cocodrilo Dundee polar se ha cobrado ya numerosas víctimas. La primera de ellas, John Belushi, su primer protagonista, que murió por sobredosis. A partir de ese momento, el guion fue pasando por diferentes actores que tuvieron un final parecido: Sam Kinison llegó incluso a rodar una escena, pero un accidente de coche acabó con su vida. Tras su fallecimiento le ofrecieron el papel de Atuk a John Candy, que murió fulminado por un paro cardíaco pero con el guión abierto por la primera página.Meses más tarde falleció también un guionista a causa de una hemorragia cerebral. Y a finales de los 90, el actor Chris Farley, a punto de aceptar el papel, también expiró. La última “víctima de Atuk” ha sido el cómico Phil Hartman, asesinado por su esposa, quien, más tarde, se suicidó. El rodaje aún no se ha retomado (por razones obvias).

LA MALDICION DEL BESO DE MADONNA

La cantante lleva cuatro décadas en lo más alto del mundillo musical. Una proeza teniendo en cuenta que si eres mujer y cantas pop el público y la crítica suele ser bastante cruel contigo y no perdona que sigas dando piruetas y enseñando carne llegada cierta edad. Lo importante es que Madonna ha conseguido desafíar esta concepción machista de la música –nadie le dice nada a Iggy Pop cada vez que se quita la camiseta–. Aunque son muchos los que aseguran que el secreto de esta longevidad en las listas responde a su capacidad para neutralizar a cualquier rival femenina que se le ponga por delante con un viejo truco: darle un beso en la boca. Las primeras víctimas fueron Britney Spears y Christina Aguilera en los premios MTV de 2003. Desde entonces, artistas como Katy Perry, Nicki Minaj o MIA han sufrido sus consecuencias.

La Madonna cuando besa, besa de verdad.

La madición de Ramsey

Una de las maldiciones más disparatadas posee el nombre del jugador del Arsenal, Aaron Ramsey. Todo porque a él se le atribuye el dudoso poder de provocar la muerte de una celebridad cada vez que marca un gol. Este Efecto Mariposa futbolístico es, según algunos medios, la “causa” de muertes como la de Nancy Reagan, la del cantante David Bowie o la del actor Alan Rickman.

Al parecer, todo comenzó el 16 de octubre de 2009, dos días después del que el centrocampista marcase su primer gol como internacional, con la muerte del periodista deportivo Andrés Montes. A partir de aquel momento, el fenómeno comenzó a repetirse hasta el punto de que se le considera “responsable” del fallecimiento de personajes tan dispares como Bin Laden, Steve Jobs, Gadafi, Chavela Vargas, Bebo Valdés, Whitney Houston, Gunter Grass o Robin Williams. Sea verdad o no, lo cierto es que cada vez que Ramsey marca un gol los famosos tiemblan.

Club de los 27

Quienes hayan cumplido ya los 27 años y no sean una estrella de la música no tienen por qué alarmarse por esta maldición. Tranquilo, solo pueden formar parte del siniestro Club de los 27 aquellos músicos que fallecieron justo a esa edad y en unas circunstancias muy concretas: sobredosis o suicidio. Dentro de tan “selecto” círculo se encuentran –de momento– estrellas de la talla de Amy Winehouse, Kurt Cobain, Jim Morrison, Janis Joplin, Jimmy Hendrix, o Brian Jones, de los Rolling Stones.

amy winehouse

Lola Flores a Isabel Pantoja

Los reveses personales que ha sufrido la famosa tonadillera se han llegado a relacionar con una maldición de la mismísima Lola Flores. Tal como recordaba el periodista Carlos Ferrando a Vanity Fair hace algunos años, el día del debut de Lolita en una mítica sala de fiestas, apareció Isabel Pantoja acompañada de Paquirri, que había tenido una relación con la primera. Según el periodista, Lola Flores debió decirle a la Pantoja “algo como que ‘no te va a querer ningún hombre’, aunque finalmente yo escribí en Diario 16 ‘no vas a ser feliz en tu puñetera vida’. 

«No fue una maldición”, aclaraba Ferrando. «Simplemente se cabreó y le dijo de todo porque su hija era infeliz.” Diga lo que diga Ferrando, lo cierto es que, desde aquel momento, la vida personal de la Pantoja sufrió varios reveses: enviudó con tan solo 28 años, tuvo varias relaciones fallidas, se enamoró de Julián Muñoz y el resto ya lo conocen.Fuente: revistavanityfair.es