Personal del bar Katanas niega que exista trata y tráfico de personas en el lugar..
Administración de Katanas niega que incurran en trata de personas. Foto ANF
Denuncian que Katanas paga por alertas de operativos “sorpresa ”
La hija del dueño del local aseguró que se cancela entre 200 y 300 dólares a funcionarios para que informen sobre operativos antes de que éstos se hagan.PÁGINA SIETE / Pamela Pomacahua y Sergio Mendoza / La PazNohemí Cámara, hija de Marco Cámara, dueño del centro nocturno Katanas, aseguró que éste y sus socios pagan a funcionarios para que sean sus informantes y alerten a su personal antes de operativos «sorpresa”.Según Cámara, a esos funcionarios se les paga «para que les avisen cuando están yendo a hacer una inspección”.Ella denunció a su padre por trata y tráfico de personas.Contó que ella trabajó desde los 15 años en Katanas. «Nunca estuve con alguien, quiero aclarar eso”, y sabe que las ganancias son enormes. Con esto fácilmente pagan entre 200 y 300 dólares mensuales a sus informantes.»Cuando se enteran que hay cambios de cargos les visitan, les invitan un whisky, les dan chicas y favores para convencerlos. No son todos, por si acaso, pero hay malos funcionarios”, añadió Nohemí.Es así que al momento de la inspección -según ella- esconden a las chicas detrás de paredes falsas que hay dentro de ese céntrico establecimiento.Además, aseguró que las jóvenes son captadas de distintos países con promesas de trabajar como modelos, pero después las envían a distintas casas sin la posibilidad de irse, con el pretexto de que deben pagar los costos de su traslado a Bolivia.Nohemí afirmó que ya denunció esto al Ministerio de Gobierno, pero nunca recibió una respuesta. En la Fiscalía también está en curso una investigación por trata y tráfico, sostuvo.En una entrevista con la Red Uno, el padre de Nohemí Cámara, Marco Cámara, rechazó estas acusaciones y dijo que, al parecer, su hija quiere quedarse con el inmueble donde funciona el Katanas.»No entiendo su desesperación. Cuando yo me muera no me voy a llevar nada conmigo, todo va a ser suyo, yo no tengo sólo esto”, dijo al canal televisivo.
Sara Aliaga / Página Siete. El centro nocturno, característico por sus detalles egipcios.Ayer, el administrador del local, Gustavo Fernández, negó que haya algún vínculo de corrupción con funcionarios del Estado . «Cada 15 días presentamos documentos a Migración y Sanidad, eso se elabora y presentamos, tenemos todos los documentos en orden”, explicó.Afirmó que las jóvenes están registradas en el Ministerio de Trabajo como bailarinas y reciben todos los beneficios laborales, entre éstos el aguinaldo.Al mismo tiempo permitió que la prensa ingresara al inmueble y conversara con algunas trabajadoras. Ellas estaban acomodadas en taburetes con los rostros cubiertos. Hablaban en tono bajo, eran escuetas en sus declaraciones y los guardias alrededor de cada una escuchaban atentos lo que decían.Una de ellas contó que es de Beni y que llegó a Katanas por la recomendación de una amiga suya. «Llegué por amistades, por necesidad más que todo, por dinero. Mi familia no sabe. Me tratan bien, vivo ya dos años aquí, en un hotel”, dijo.Otra muchacha dijo que en ese lugar no hay trata y tráfico, «todas están aquí por voluntad propia”. Contó que por noche, desde las 22:00 hasta las 3:00, gana entre 1.000 y 2.000 bolivianos, «eso depende de cada una”.Ante la prensa, Nohemí aclaró que «no todas están obligadas ahí, hay también algunas que van de forma voluntaria, pero no son todas, hay víctimas de trata”.
Personal del bar Katanas niega que exista trata de personas en el lugar
Asimismo, las bailarinas del lugar indicaron que llegaron a Katanas por contacto de amigas y conocidas y de manera voluntaria trabajan como damas de compañía, bailarinas y servicio de bebidas desde las 22:00 hasta las 03:00 de la madrugada aproximadamente.La Paz / ANF.- Gustavo Fernández, administrador del centro nocturno Katanas, negó que en el bar se incurra en el delito de trata de personas con fines de explotación sexual e indicó que cuenta con 30 trabajadores en el lugar con los cuales se cumple con todo lo establecido en la normativa laboral.El pasado martes, Nohemy Cámara, que durante 10 años fungió como contadora del bar Katanas, propiedad de su padre, Marco Cámara, acusó a su progenitor de incurrir en el delito de trata de personas y explotación sexual en el lugar, de tipo exclusivo, que ofrece shows eróticos y está ubicado cerca de la plaza Isabel la Católica en La Paz.Al respecto el administrador del local dijo que las acusaciones de Cámara son falsas: “nosotros tenemos 30 (personas trabajando), yo puedo hablar del local porque soy el administrador (…). Tengo como 10 (muchachas extranjeras) y todas tienen registro sanitario, hay de Brasil, tengo de Paraguay que tienen todas su visa de trabajo”. Nohemy Cámara señaló que 120 mujeres trabajan en el bar.Fernández agregó que el bar cumple con todos los requerimientos sanitarios establecidos e incluso da reportes al Ministerio de Gobierno y a Migración sobre el trabajo de las mujeres extranjeras. Agregó que todas las bailarinas vienen voluntariamente a trabajar al bar porque es conocido, todas son mayores de edad, ganan mensualmente entre $us 300 y $us 500 y el lugar es público.