39 heridos fueron trasladados a La Paz. El chofer del bus fue detenido
Marcelo Tedesqui V. – [email protected] –
Nicasia Casilda Vargas logró subir a la flota de la línea Altiplano porque el chofer Nayo Llojlla, de 24 años, aceptó que vaya en el pasillo. Y luego de 30 minutos de recorrido se produjo el accidente que acabó con la vida de la mujer y dejó a 39 personas heridas.
El conductor y su ayudante eran los únicos que no fueron trasladados a La Paz, y ya están bajo resguardo policial.
En un sector de curvas, en la vía Apolo-La Paz, apareció un camión. Entonces el chofer del bus intentó esquivarlo, pero un golpe en la cola del motorizado causó que se embarrancara al menos 100 metros, hasta que un árbol paró la caída.
La presidenta del Comité Cívico de Apolo, Melva Gámez, relató que el chofer había llegado en la madrugada del viernes y por la tarde otra vez emprendió viaje. “Manejaba sin haber descansado lo suficiente y, para colmo, los pasajeros heridos relataron que iba a gran velocidad”, contó ella.
La dirigente cívica apuntó que “nadie controla esos buses, que están viejos, y no hacen mantenimiento”, precisó.
Dos vuelos trasladaron a los heridos de Apolo a La Paz y todos ellos fueron repartidos al Hospital Boliviano-Holandés, al del Norte, en la ciudad de El Alto, mientras que otros llegaron al Hospital de Clínicas, al Arco Iris y al del Niño, en La Paz.
Los médicos informaron que había al menos cuatro casos de extrema gravedad.
Gestiones del Gobierno abrieron la posibilidad del traslado. El centro de salud de Apolo es muy pequeño, tiene un personal médico que no pasa de cinco personas. “Obviamente fue un caos terrible, tuvimos que hacer una colecta para comprar medicamentos”, agregó Gámez. La ausencia de centros médicos equipados es un problema recurrente
Fuente: eldeber.com.bo