Cómo vive hoy Isabel Menditeguy, la ex mujer de Macri

Recluida en Recoleta.Fue una de las mujeres más deseadas de los 90 y no se la fotografiaba desde hacía años. Una revista la encontró y habló con sus vecinos.

Isabel Menditeguy y Mauricio Macri (Archivo)

 Isabel Menditeguy y Mauricio Macri (Archivo)

Vive en un piso en Recoleta y sólo sale un rato por la mañana con alguna amiga. Siempre se la ve de jogging. Es Isabel Menditeguy, señalada por la revista Noticias como «la misteriosa ex de Macri». Y desde la tapa ya hablan de «vida y reclusión».



La ex modelo, hija del polista Carlos Menditeguy, fue el romance más mediático que tuvo el presidente antes de la explosión de flashes junto a la primera dama, Juliana Awada. Se conocieron en abril de 1992, en el casamiento de la hija de Fernando Marín, donde los presentó el empresario automotriz Adolfo Donatti, el ex cuñado de Menditeguy. El romance se hizo público en julio de ese año, y el 21 de diciembre de 1994 se casaron en la quinta Los Abrojos, en Los Polvorines.Pero hoy, la mujer que supo acompañar a Macri –y hasta influenciar en su carrera política– «vive recluida en su departamento de Recoleta y se alejó del círculo social que compartía con su ex», detalla la nota e ilustra con fotos donde se la ve «despojada de su aspecto de femme fatale«.Mirá también: «Las bellas mujeres que fueron pareja de Mauricio Macri».«Odia la exposición. es muy hermética y reservada». «No le gusta ser fotografiada ni que se sepa qué hace de su vida». «Sale muy poco. Alguna vez durante la mañana o el mediodía, a caminar por la zona o comer algo y alguna vez de noche». Con esas frases de vecinos y allegados, arman el perfil de una mujer que «opta por no aparecer» en una escena mediática que tiene servida en bandeja.Tras más de una década de matrimonio, se separó de Macri en 2005 y huyó de los flashes hasta convertir su vida en un «misterio». Rechazó apariciones públicas y dejó de tratarse con muchas de las amistades forjadas durante su relación con el presidente. Por estos días sus únicas salidas sociales incluyen cenas privadas y tragos en el hotel Hyatt, «pero lejos de las celebrities y los eventos multitudinarios».»Ahora se siente más observada por ser la ex mujer del presidente y eso hace que se encierre aún más», dice un amigo. Y un vecino de la cuadra de Menditeguy alega que «a la casa viene muy poca gente a verla, la hermana y algunas amigas».

Otros tiempos. Menditeguy (izquierda) en un palco de la Bombonera con Flavia Palmiero y Franco Macri, en 1998

Otros tiempos. Menditeguy (izquierda) en un palco de la Bombonera con Flavia Palmiero y Franco Macri, en 1998

Menditeguy, de 52 años, fue una de las mujeres más deseadas de los ’90, producto de «cirugías estéticas en la cara» y un «cuerpo voluptuoso con vestidos ajustados». Hoy su poder adquisitivo le permite llevar una vida «acomodada»: se dedica a administrar las propiedades y campos que heredó o recibió durante el acuerdo de separación de Macri (entre ellos su actual departamento y otro inmueble en la avenida Coronel Díaz). «Es fanática de la decoración y las antigüedades», detalla a ese medio «uno de los pocos amigos que llegó a conocer su departamento».Mirá también: Habló la mamá de Macri: «Estoy preocupada por él»En 2008 se la vinculó sentimentalmente con Guillermo Cóppola y el año pasado volvió a aparecer en las noticias por un choque en el estacionamiento de un shopping de Punta del Este, ella al volante de un Porsche Cayenne. En ambos casos, prefirió no hacer declaraciones. Y, sobre su trato cotidiano «es distante y fría», se comenta en el barrio.Nunca fue claro por qué se terminó el amor con Macri. Sobrevoló el rumor de la infidelidad y las diferencias irreconciliables, pero no hubo un enfrentamiento público entre ambos. Macri alcanzaba su primer cargo político como diputado por la ciudad de Buenos Aires y la imagen de Menditeguy comenzaba a borronearse por decisión propia.»A ella no le hubiera gustado ser primera dama. No hubiera soportado la exposición», reproduce la revista a partir de los dichos de un allegado. Y volviendo al Porsche Cayenne, concluye: «no paga la patente desde 2010, por lo que adeuda ya una suma superior a los $ 230.000».clarín.com