Binomio Álvaro-Evo o modelo Ortega

Está claro que el oficialismo eligió reabrir el debate sobre la repostulación como cortina de humo perfecta para distraer la atención de los temas que desgastan la imagen gubernamental, que van desde el desabastecimiento de agua potable hasta la mafia aeronáutica, pasando por un revival del caso Fondioc.Hecha esta salvedad, que deberá ser recordada cada vez que se aborde el asunto, la cuestión reeleccionista es de tal importancia para el porvenir de la democracia boliviana que no puede ser soslayada.Las señales apuntan a dos estrategias posibles. Una es la abierta por Álvaro García Linera al sugerir la “modificación de cargos” en el binomio, esto es, que “el presidente vaya abajo (como vice) y otra persona vaya arriba” (como presidenciable). Obviamente, la “otra persona” sería él, sobre todo si atendemos a su reciente “renuncia” a “volver a postular a la vicepresidencia”.Llamaremos a esta alternativa el modelo Putin, utilizado por el jerarca ruso cuando ya no pudo volver a candidatear a la presidencia y optó por ser el primer ministro de su hasta entonces premier, Dmitri Medvedév, con quien alternó cargos del 2008 al 2012.La otra posibilidad es la implementación de lo que un mes atrás denominamos el modelo Ortega, empleado por el autócrata nicaragüense Daniel Ortega para burlar los preceptos constitucionales que le impedían una nueva reelección.Esto incluyó, por una parte, la inhabilitación judicial a diestra y siniestra de candidatos opositores, y por el otro lado la presentación de un recurso ante el Tribunal Constitucional de ese país (cooptado como el boliviano), con el argumento de que al existir dos disposiciones contradictorias en la Constitución debía prevalecer la que resguarda derechos fundamentales.De esta forma, se impuso falazmente el “derecho a la igualdad” y la “no discriminación al presidente Ortega”…[email protected]