Los fondos de inversión privilegian la agroindustria antes que la tecnología


Urge el apoyo a sectores emergentes, la diversificación de inversionistas y cambios a la norma de inversión para el desarrollo de los emprendimientos, de acuerdo a un informe de la fundación IES.

Liliana Carrillo V. / La Paz

 Las Sociedades Administradoras de Fondos de Inversión (SAFI) han crecido  576% en los últimos ocho años. La mayoría de sus aportes, sin embargo, se concentran en  grandes empresas de agroindustria, dejando desatendidos los emprendimientos  en rubros como tecnología. Se precisa  el apoyo a sectores emergentes y  la diversificación de inversionistas que vayan acompañados de cambios  a la normativa vigente.



Esas son las conclusiones del estudio Fondos de inversión en empresas en Bolivia, que fue elaborado por la fundación Innovación en Empresariado Social (IES),  con el apoyo de la Fundación Solydes, Funda-PRO, ANDE y  la Escuela de la Producción y la Competitividad (ePC) de la Universidad Católica. Con base en una encuesta a  16 fondos de inversión, el trabajo presenta   además un mapa pionero  del «ecosistema de financiamiento en el país.

  ¿Dónde está el dinero?

  «Este estudio nace del afán por responder las siguientes preguntas: ¿qué son y qué hacen los fondos de inversión en empresas en Bolivia? y ¿existen problemas y/o oportunidades comunes que puedan ser resueltos o aprovechados por los fondos de forma articulada?, explica Julián Vargas Talavera, encargado de Innovación y Desarrollo de IES y coordinador general del informe.

Para hallar las respuestas, los investigadores encuestaron a 16 fondos de inversión; de ellos ocho (de un total de 12 registrados en la Bolsa) son SAFI. Las otras ocho son    instituciones de desarrollo o cooperación internacional  que, si bien no cotizan en la Bolsa, invierten en empresas pequeñas y medianas que tengan un alto impacto social y/o ambiental (Fondos de Inversión de Impacto).

Los fondos de inversión son aportes que permiten que las empresas puedan financiarse a través de pagarés, bonos, acciones y otros instrumentos permitidos por ley. Las  SAFI administra esos fondos, que   se subdividen en abiertos y cerrados.

En 2003,  según un reporte de la Fundación Bolivia Exporta, seis instituciones hacían  operaciones de capital de riesgo y  en conjunto manejaban una cartera de 2,9 millones de dólares. Actualmente, estos fondos de inversión   tienen una cartera que asciende a 872,87 millones de dólares; el 95% de los cuales es  manejado por las SAFI.  

Lo que no ha cambiado en ocho años -establece el nuevo estudio del IES- son los sectores privilegiados para  inversión. Los fondos siguen buscando a las empresas de agroindustria,  seguidas  de las de servicios financieros y las de manufactura. 

Fondos en busca de «grandes 

Según los datos de la encuesta de IES,   las SAFI buscan hacer operaciones en un rango que va del medio millón a los 6,5 millones de dólares, es decir, apuestan por empresas grandes que están constitudas como sociedades anónimas (SA) o de responsabilidad limitada (SRL). De unipersonales, nada.

A septiembre de 2016, Fundaempresa registraba   280.845 empresas, de las cuales más del 80% son unipersonales. Del resto,  18,6% corresponde a SRL y sólo un 1,18% a SA. En el mejor de los casos, entonces,  sólo un 20% de las empresas  está en capacidad de recibir dinero de las SAFI. 

«Esta nos parece una característica importante del actual estado del ecosistema de financiamiento: si bien existen recursos  para la inversión, éstos están enfocados en un pequeño segmento de empresas. Esto ocasiona que sea más difícil para los fondos encontrar empresas para invertir y que, además, varios de ellos acaben compitiendo por invertir en las mismas empresas, resalta  el informe.

Mientras tanto, decenas de emprendimientos, gran parte de ellos tecnológicos, no cumplen los requisitos. «Las SAFI, que tienen a las AFP por detrás, por su naturaleza van a la inversión   segura. A menos riesgo más seguridad y  posibilidad de retorno. Una empresa nueva es menos segura, conlleva más riesgo pero mayor posibilidad de retorno si funciona, explica Vargas.

  

El candado normativo

Los fondos encuestados por IES  coinciden  que una de las barreras para ingresar a nuevos sectores e innovar con herramientas de financiamiento tiene que ver con la regulación. Las reglas del juego están diseñadas para empresas con  características típicas del sector de agro-negocios o manufactura (por ejemplo, contar con un alto número de activos fijos o flujos de venta ya establecidos y fáciles de proyectar). 

«Esto dificulta entrar en empresas nuevas de más riesgo (startups) -como las  de la tecnología- donde los activos más valiosos son intangibles (un algoritmo o una base de datos) y los activos fijos son generalmente reducidos, dice el encargado de Innovación de IES. 

Urge la adecuación  de normas   con el  compromiso de los emprendedores. «Nuevas herramientas de financiamiento implican, por ejemplo, que las calificadoras de riesgo cambien sus metodologías de evaluación.

Diversificar para crecer

Un tercer factor en juego son los inversores. Actualmente los fondos de pensiones y las aseguradoras son responsables del   total de la cartera de los fondos y, por su naturaleza, tienen menos tolerancia al riesgo. «Para poder diversificar las inversiones que los fondos hacen es necesario también diversificar a los inversionistas que los fondos tienen, reitera el estudio.

  «Hoy, como nunca, hay un boom de tecnología que, sin embargo,  es fácilmente exportable, si esos emprendimientos no reciben inversiones,  se van. En contraparte, hay  muchas empresas en ese rubro que  aún no  están listas para crecer. Puedes ser buen tecnólogo pero precisas un   financista. Una virtud del estudio es la constatación de que hay  que desarrollar un solvente ecosistema financiero, concluye Vargas.  

 El estudio  del IES

  • Encuestadas  De las 16 instituciones que participaron en el relevamiento de información de IES, 12 son de procedencia nacional y cuatro internacional. 15 se definen como  Inversor de Impacto (buscan y impacto social y/o ambiental, además de un retorno financiero).
  • Constitución  Ocho de las analizadas son Sociedades Administradoras de Fondos de Inversión (SAFI), cinco son  Fondos Internacionales de Inversión de Impacto y tres son fundaciones privadas. 


Fuente: paginasiete.bo