Periodistas y medios independientes soportan el ataque del gobierno de Evo Morales

2016. El Gobierno boliviano desplegó una agresiva campaña para acusar a los medios y periodistas independientes de formar un “cártel de la mentira”. Carlos Valverde y Humberto Vacaflor fueron acusados penalmente. Hubo periodistas detenidos y otros agredidos.

Periodistas y medios independientes soportan el ataque gubernamental

CARTEL-FLa presentación del documental “Cártel de la mentira” en la que estuvieron varias autoridades del Gobierno Nacional. Foto: ABIEdwin CondoriLa Paz, 19 de diciembre (ANF).- Los ataques contra medios de comunicación y periodistas se convirtieron casi en una práctica habitual en la gestión de más de 10 años del gobierno de Evo Morales, aunque el 2016 la arremetida subió de intensidad mediante una campaña del Gobierno en contra de los medios independientes a los que llama “cartel de la mentira”. Las autoridades, además, iniciaron demandas judiciales contra informadores y la Policía procedió al arresto de algunos trabajadores de la prensa.El 19 de mayo, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, ante la Asamblea Legislativa, cuando era interpelado sobre el caso de Gabriela Zapata, acusó a Página Siete, ANF, Erbol y El Deber de integrar un “cártel de la mentira”.Quintana también se estrelló en aquel acto contra los periodistas Carlos Valverde, Raúl Peñaranda, Andrés Gómez y Amalia Pando. Aseguró que este grupo de medios y periodistas inventaron el denominado caso Zapata.Incluso los acusó de buscar “desestabilizar” y de gestar un “golpe político mediático” por haber difundido la noticia sobre la supuesta existencia del hijo de Gabriela Zapata y el presidente Evo Morales. Sin embargo, fue el propio Mandatario quien informó sobre el nacimiento de su supuesto hijo con Zapata, aunque luego llegaría a la conclusión de que nunca había existido.Valverde, ante la arremetida que incluyó una demanda judicial que fue derivada a un tribunal de imprenta, decidió marcharse a Argentina para ponerse a “buen recaudo” y otros, como Amalia Pando, prefirieron pedir medidas cautelares a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA.El 3 de julio, Quintana incluyó a ese grupo a una cadena de televisión internacional. “Resulta que CNN se ha sumado al cártel y ahora este cártel es un cártel transnacional de la mentira”, aseveró. Un periodista y un camarógrafo de ese medio están acusados de trata y tráfico de personas por haber entrevistado a un niño al que los abogados de Zapata habrían hecho pasar por hijo de Morales, aunque la nota nunca llegó a ser publicada.Hasta el relator de la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Edison Lanza, fue acusado de pertenecer al citado “cártel” por haber dicho que el uso de esos términos no contribuye al respeto mutuo.Además, el último día de septiembre se conoció que el Ministerio de la Presidencia hizo circular en espacios académicos un “panfleto” del “cártel de la mentira”, que consta de ocho páginas y a todo color.  Y el 2 de octubre se reveló que el Ministerio de la Presidencia incluso contrató al argentino Andrés Salari para que realice un documental sobre este tema.Durante este 2016 también fue acusado penalmente el periodista Humberto Vacaflor, premio Libertad de la Asociación Nacional de la Prensa. El informador, luego de haber acusado al Presidente de ser autor intelectual de la muerte de los esposos Andrade el año 2000, se retractó y logró la extinción del caso.Sin embargo, el ataque a la prensa no se centró sólo en el grupo identificado por Quintana. También en esta gestión se registraron otros casos, aunque más aislados y menos mediatizados.En ese sentido, la Unidad de Vigilancia y Monitoreo de la Libertad de Prensa y Expresión, dependiente de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP), registró entre el 1 de enero y 24 de noviembre un total de 16 casos de agresiones físicas y atentados contra periodistas y medios.Asimismo se reportaron en el mismo periodo de análisis, 39 casos de agresiones verbales y amenazas. Además hubo nueve incidentes de acoso judicial o administrativo, cuatro detenciones y hasta dos casos de desplazamiento forzado, refugio o exilio (Carlos Valverde se fue a Argentina y Wilson García Mérida a Brasil).Entre los arrestados por horas están los periodistas Jesús Alanoca de El Deber y Sergio Mendoza y Sergio Valero, de Página Siete.Pedro Glasinovic, presidente de la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia: Una relación cada vez más deterioradaEl presidente de la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB), Pedro Glasinovic, recordó que Evo Morales tenía un “profundo respeto” al trabajo de los periodistas cuando era dirigente sindical e incluso en el momento en que ya era diputado nacional, pero que esa posición cambió en cuanto llegó al poder, desde donde identificó a los informadores como sus enemigos.“Pero a partir de su elección como presidente, él mismo se encargó de tildar a los medios y periodistas como sus enemigos, algo que es absolutamente falso, nosotros sólo cumplimos con la misión de informar, somos sólo unos intermediarios entre el poder y los receptores de la información. Sin embargo, a partir de eso, es que la relación entre Gobierno y los medios no ha sido de la más cordial y (este año) se ha agudizado con el calificativo de cártel de la mentira que vino desde el Ministerio de la Presidencia”, lamentó.Consideró que es un “exceso” ese rótulo que puso Quintana a un grupo de medios. “Daría la impresión de que fuera una especie de política asumida por el partido en función de gobierno porque parecería que el Movimiento Al Socialismo necesita siempre un enemigo al frente para justificar una acción ante su militancia”, remarcó.Las asociaciones de periodistas de Bolivia, La Asociación Nacional de la Prensa y otras entidades asumieron defensa de la libertad de expresión durante este 2016 con constantes llamados a respetar el trabajo de los periodistas, aunque el Gobierno continuó adelante con su estrategia.