Róger Pinto: «Me reuniré con Donald Trump el 2 de febrero»

entrevista
      
 ExSenador

Luego de una pausa en los relatos de los recuerdos y del impacto que significó en la familia el deceso del piloto Miguel Quiroga en el accidente de LaMia, la conversación con Róger Pinto cambió de rumbo, un giro intencionado para conocer sobre su vida en el exilio, como refugiado en Brasil

El exsenador Roger Pinto ya fue notificado con el refugio político

Róger Pinto dice que es político por opción. Eligió esta carrera porque le gusta servir

Oswaldo Ramos – Periodista



Cuál es la rutina del transcurrir de sus días en Brasil?
Hoy es de intenso dolor por la pérdida de alguien que era como mi hijo, me refiero a Miky. Pensé que había atravesado lo peor en mi existencia con el asilo primero en la embajada brasileña y luego con la soledad lejos de la familia en territorio de Brasil.

Poco a poco mi rutina encontró razones en el reconocimiento de personas particulares e instituciones sobre mi situación, al punto que me invitan a que dicte conferencias no solo en este país, sino también en los vecinos. Hace poco estuve en Paraguay y Argentina, invitado a dar conferencias y a un encuentro y conversación con Macri.

-¿Viaja mucho?
No, lo necesario, solo respondiendo a invitaciones previas. Si se justifica, la Acnur me da permiso para viajar. Por ejemplo (muestra una carta escrita en inglés), el 2 de febrero me reuniré con Donald Trump en Washington.

-¿Lo invitó Trump?
Lo que pasa es que en EEUU se respeta la institucionalidad. Antes de las elecciones en ese país, independientemente de quién ganaba la Presidencia, si Trump o Hillary, el Congreso empezó a organizar el encuentro, que en estas circunstancias realiza la Presidencia estadounidense con jefes de Estado de 130 países, con líderes e invitados especiales. A mí me llegó la carta anticipada para esa gran reunión, que es de confraternización con la nueva Presidencia. La Acnur ya me concedió el permiso, aquí tengo la carta y el correspondiente pasaporte para visitar el país del norte, a ese encuentro con el presidente, que será posesionado en enero.

-¿Acudió al sepelio de su yerno?
Deseé con intensidad hacerlo, pero mi presencia en Bolivia significaría que se iba a politizar un momento de dolor. La prudencia es buena consejera.

-¿Se alejará de la política?
Dígame, ¿conoce un excura? Yo no conozco, sé de algunos que dejaron de estar frente al púlpito, mejor dicho dejaron la sotana, pero la esencia se mantiene, esa su formación lo lleva a ser quién es en el servicio a los demás. Yo soy político y aunque ahora no estoy como protagonista, estoy ‘out’, quiero informar que en ese plano vengo tomando contacto con mucha gente en el contexto nacional e internacional, armando un instrumento político.

-¿Significa eso que usted se pondrá al frente de ese instrumento político?
No, solo contribuyo a que se tome conciencia de que es preciso darle un golpe de timón a la conducción de nuestro país, quiero volver a vivir con mi familia, cuidar mis 200 vaquitas, pero también deseo ayudar a que se consolide la democracia. No debemos preocuparnos quién será el líder del instrumento político que se pondrá al frente de Evo.

La sociedad ubica a sus líderes de acuerdo a las circunstancias, y estoy seguro de que va a parir uno bueno en el instante en que la conciencia colectiva se imponga como necesidad de recuperar lo perdido.

-¿A qué se refiere con recuperar lo perdido?
Vamos por partes. Nuestra generación recuperó la democracia de manos de las dictaduras militares. Con errores y fallas, la recuperamos, pero después de los años que han transcurrido la hemos perdido.

Está en poder de quienes no aceptan ideas que no sean suyas. Un ejemplo es mi estadía como refugiado en Brasil, igual que otros.
-Con todos los sufrimientos que menciona, se suponía, al menos escuché decir, que ya usted no seguirá en política.

Eso es lo que pretenden. Lo he reflexionado profundamente. Ahora mi familia tiene que dedicarse a los tres bebés huérfanos, los hijos de Miky, pero esa situación no debe alejarme del desafío social de servicio al país. Nada, ningún problema, calumnia o ataque me desmotiva.

Vivo el reto de enfrentar los problemas. En Bolivia hay violencia, persecución, amedrentamiento y, en fin, muchas cosas por corregir. Yo soy político por opción. Es decir, yo escogí ser político porque me gusta

Fuente: eldeber.com.bo