Consumado delincuente. El Calulas incumplió 7 veces el extramuro; cayó ebrio en Tránsito y lo protegieron

Cochabamba. Pese a sus frecuentes faltas a la cárcel, el director de El Abra y Régimen Penitenciario no informaron al Juzgado de Ejecución y Supervisión Penal.

El Calulas incumplió 7 veces el extramuro; cayó ebrio en Tránsito y lo protegieron

JUAN CARLOS AGUILAR MÉRIDA, ALIAS EL CALULAS, APREHENDIDO EL 30 DE DICIEMBRE DE 2015 EN LA FELCC. OPINIÓNCOCHABAMBA / La noche en la que el peligroso Juan Carlos Aguilar Mérida, alias El Calulas, fue sorprendido en la discoteca ilegal Antequera de la calle España no fue la primera vez que faltaba al penal El Abra, donde debía cumplir su sentencia desde las 19:00 horas, gracias a un beneficio de extramuro. El Calulas incumplió muchas veces el indulto y en una de ellas incluso durmió en Tránsito, luego de ocasionar, en estado de ebriedad, un accidente que «solucionó» dando una identidad falsa y logrando que los policías no remitan el caso a la Fiscalía, como corresponde por ley.A las 21:00 horas del 12 de diciembre de 2016, cuando El Calulas debería estar preso en El Abra, estaba en las calles de la zona norte de Cochabamba. Específicamente en la avenida Pando y Circunvalación a bordo de una motocicleta negra marca Pegasus Rudo sin placas, sin Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) y sin licencia de conducir, pero sí portaba carnet de identidad 6416709, de acuerdo a un informe al que tuvo acceso este diario.EBRIONo solo eso. El Calulas estaba ebrio. Y en ese estado, mientras circulaba sobre la avenida Pando de norte a sur, chocó contra un automóvil rojo Toyota Corolla con placa 4267-LAF, conducido por Lilí Q. H., quien portaba licencia, tenía SOAT, cédula de identidad y no había bebido. Ella respetaba el semáforo que estaba en rojo y su carro fue impactado por la moto de El Calulas, dañando la puerta y el parachoque delantero. El caso fue atendido por un patrullero del PAC en primera instancia, pero luego remitido a los investigadores de Tránsito de la EPI Norte, capitán Luis Quiroz Claure y Johann Alborta Vía.Conforme a la norma, ambos conductores se sometieron a una prueba de alcoholemia practicada en el Laboratorio de Bioquímica de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), 45 minutos después del accidente. En el caso de Lilí Q., se confirmó que no tenía alcohol en la sangre. La víctima pagó su prueba de inmediato y recogió el resultado el 13 de diciembre de 2016.FALSA IDENTIDADSin embargo, Juan Carlos Aguilar Mérida, alias El Calulas, dio otra identidad ante los bioquímicos que le extrajeron la sangre. Aseguró llamarse Juan Carlos Balderrama Aguilar y que no tenía carnet. Por ello, de acuerdo al protocolo de seguridad y confiabilidad del Laboratorio de la UMSS, el responsable de la toma de la muestra de sangre le tomó una fotografía para respaldarse. En la fotografía aparece El Calulas, según verificó OPINIÓN.A diferencia de la víctima, el delincuente prontuariado no fue recoger el resultado de la alcoholemia, porque tendría que haber presentado un carnet a nombre de Juan Carlos Balderrama Aguilar.Recién el 13 de enero de 2017, un mes después del accidente, un hombre llamado Johann Sotomayor recogió el resultado portando una orden del investigador policial de la EPI Norte, Juan Carlos Puma, que autorizaba el trámite. Su ebriedad fue corroborada. Tenía 1.53 gramos de alcohol por litro de sangre, lo que equivale a una embriaguez médico legal.“EL ARREGLO”En un documento transaccional privado redactado el 20 de diciembre de 2016 por el abogado de El Calulas, Jhasmani Torrico Leclere, esta vez El Calulas usó su verdadera identidad y comprometió el pago de la reparación total del carro por 4.666 bolivianos.El Calulas pagó 2.666 bolivianos en efectivo y los 2.000 restantes quedaron en resguardo policial “como garantía”. Al pie del documento, la víctima Lilí Q. escribe: “Se me hizo entrega de los 2.000 bolivianos por parte del capitán Luis Quiroz Claure”, lo cual significaría que los policías conocieron este documento transaccional y, por tanto, la identidad real de El Calulas, pero nunca corrigieron los informes oficiales, donde el protagonista del choque continúa siendo el falso Juan Carlos Balderrama.INFORME “FALSO”Este diario buscó al investigador Luis Quiroz en Tránsito de la EPI Norte, pero tenía dos días de descanso. El director de esa unidad, Guillermo Chacón, que lleva muy poco tiempo en el cargo, verificó que en el informe de novedades de diciembre figuraba Juan Carlos Balderrama como autor del accidente.Explicó que muchas personas dan nombres falsos cuando protagonizan hechos de tránsito y que varios efectivos, que antes trabajaron en labores administrativas, “no conocen a todos los delincuentes para poder reconocerlos en el acto, con tan solo verlos”. Según la autoridad, los accidentes en los que no se registran heridos y cuyos protagonistas deciden conciliar, mediante un documento privado que contempla el resarcimiento de daños, se someten a la jurisdicción policial y ya no son remitidos a la Fiscalía.Sin embargo, el manejar en estado de ebriedad no es una infracción cualquiera, sino que el Código Penal define este accionar como un delito de conducción peligrosa y debe ser remitido, obligatoriamente, al Ministerio Público.La fiscal Departamental, Janeth Álvarez, explicó que todo accidente donde existe consumo de alcohol debe ser remitido por los policías de Tránsito a la Fiscalía que corresponda, porque solo un fiscal puede rechazar el caso, imputar al aprehendido y ordenar la liberación de los vehículos secuestrados. “Aunque haya un documento privado de transacción, ese documento debe ser conocido por la Fiscalía, ya sea para rechazar o para imputar. Eso es lo que manda el procedimiento, lo que es correcto y lo que correspondía en este caso”, señaló la Fiscal.El Calulas debía ser remitido como aprehendido por el delito de conducción peligrosa, con la respectiva alcoholemia, en un plazo de ocho horas para que el Ministerio Público pueda imputarlo o rechazar el caso, según el análisis del director funcional de las investigaciones.No existen motivos para que un policía incumpla su deber de remitir el caso en el que está implicado un conductor ebrio, excepto un interés particular.¿Y quién es El Calulas?Juan Carlos Aguilar Mérida, alias El Calulas, tiene al menos 20 antecedentes delictivos por robos agravados, tentativas de homicidio y otros delitos. Después de 21 meses de chicanas, el 7 de noviembre de 2013 fue sentenciado a 10 años de cárcel en El Abra, por atracar a tres hermanos e intentar matar a uno de ellos golpeándolo con un bate hasta causarle la fractura de su mandíbula, un trauma dentario, heridas causadas por golpes contundentes en el cráneo, hematomas en el riñón y en la vesícula, por los que obtuvo 150 días de impedimento y su familia tuvo que encarar una cuenta hospitalaria de 6.000 dólares. Padece de secuelas físicas de por vida.La fiscal que logró la condena por este caso, Teresa Ferrufino, contó al salir del juicio en 2013 que la intimidaron: “Me mandaron a decir: dile a la doctora que no tome este caso como algo personal, porque sino El Calulas también lo tomará como algo personal”.Fuente: Opinión