«Seguro en mi lugar pondrán a un masista. esto es un manoseo político”, afirmó José Morales al manifestar que su destitución es el acto más injusto, absurdo, malicioso y revanchista. Ramiro Guerrero niega que sea político.
EL DEBER / SANTA CRUZ / Guider Arancibia GuillénLa Fiscalía General, a través de un proceso disciplinario, procedió a la destitución del fiscal José Morales, que desempeñaba funciones en San Matías.Morales reaccionó de inmediato al calificar que su destitución es el acto más “injusto, malicioso” y que obedece a una revancha porque cuando ejercía funciones en La Guardia defendió a los indígenas de Tacobo Mora, del municipio de Gutiérrez, que fueron ultrajados y mellados en un ataque policíaco sin piedad.“Me sorprende que el fiscal general me destituya de forma irracional con el argumento de que yo tomé declaración en un caso a una mujer sin la presencia de su abogado. Eso es falso porque la fiscal que me procesó, María Inés Áñez, vino desde Sucre solo para eso. Seguro en mi lugar pondrán a un masista. esto es un manoseo político”, expresó.Por su parte Guerrero, que ayer se ocupó de inspeccionar los diferentes módulos de la Fiscalía en Santa Cruz, dijo que la destitución de José Morales obedece a un proceso disciplinario y que gozó de todas las garantías e incluso apeló a un recurso jerárquico.Cambios en todo el paísGuerrero, quien el lunes posesionó a Freddy Larrea como nuevo fiscal del departamento de Santa Cruz, en reemplazo de Gómer Padilla, expresó que no hay interés político en ningún acto y que se busca transparentar las labores que cumplen los fiscales.Anunció otros cambios de fiscales previo a evaluaciones. Respecto a Santa Cruz dijo que el nuevo fiscal Larrea está recibiendo información para mejorar el trabajo.