Santa Cruz. El muchacho de 15 años estuvo perdido en el monte desde el jueves. Fue encontrado el domingo débil y deshidratado.
Momentos en que Carlos Roca recibe los primeros auxilios de los socorristas. Estaba deshidratado. Foto: Gentileza de rescatistasEra jueves. Carlos Roca (15) iba en su motocicleta desde la comunidad de Florida hacia Campamento (a 120 km de San Ignacio de Velasco) para comprar gasolina, cuando de pronto vio unos chanchos de monte. Paró su moto, la dejó a un lado del camino, tomó su escopeta y se internó en la espesura del monte dispuesto a cazarlos.Persiguió a los animales por un buen rato y cuando se dio cuenta no sabía por dónde retomar el camino. Eran las 16:00, empezó a llover y esto lo desorientó más. Caminó varias horas sin rumbo, sin saber que se internaba cada más en la espesura del bosque (parque Noel Kempff). Se había perdido.Cayó la noche y tuvo que buscar el árbol más alto para protegerse de animales como el tigre que hay en la zona. Durante el día caminaba sin rumbo, sentía mucho miedo y rezaba para que nada le pasara. Para saciar la sed y mantenerse con vida, tomaba agua de las gavetillas de plantas de cusi que abundan en el lugar.Por la noche volvía a dormir en árboles altos. Las noches eran interminables, escuchaba a los animales del monte que pasaban por debajo del árbol donde estaba refugiado, no tenía linterna ni machete. No hallaba nada para comer.Su desaparición ya había sido transmitida por sus familiares que pedían cooperación en la búsqueda del joven. El ministro de Defensa, Reymi Ferreira, tomó conocimiento del caso y ordenó la búsqueda por aire y tierra. El domingo, cuando sus fuerzas estaban agotadas, Carlos empezó a escuchar cohetes y también el ruido de motosierras, que en realidad los producían los rescatistas y comunitarios. Esto orientó al adolescente para encontrar el camino de vuelta.El muchacho, que estaba con su escopeta al hombro fue encontrado por los socorristas por un camino a la altura de la propiedad Caparuch, a 40 kilómetros de Florida.Según Claudio Lino y Rodolfo Soliz, el muchacho tenía heridas en varias partes del cuerpo causadas por las espinas, dolores en el hombro derecho, picaduras de mosquitos por todo el cuerpo, estaba deshidratado y con hambre. Los del grupo SAR y de la FAB le dieron los primeros auxilios y luego lo trasladaron al microhospital de San José de Campamento, donde se recupera.El Deber / Carlos Quinquiví