El adulo como credencial



Una ola de adulos que va en camino ascendente vive en estos días el mundo político y todo podría obedecer a una suerte de purga de posibles disidentes, librepensantes o disidentes frente a la angurria reeleccionista que domina al oficialismo. El más profuso de los adulones es sin duda alguna, el vicepresidente García Linera, pero lo de él funciona a la manera de un director de orquesta, esperando que el coro responda con la debida armonía. Hace unos días, al asumir el nuevo presidente del Banco Central, Pablo Ramos, lo hizo con el puño levantado y con expresiones empalagosas hacia el presidente Morales. Lo propio hizo el flamante presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Pastor Mamani, a quien además le debe guiar el temor de correr el mismo destino que el magistrado Gualberto Cusi. El alcalde Percy Fernández ya tiene formado callos en la gimnasia de acomodarse a los tiempos y a las circunstancias y lo mismo debe ocurrir con todo aquel que pretenda sobrevivir en el escenario político venidero, donde no habrá lugar para quienes duden de la factibilidad de continuar en el poder para siempre.

Fuente: eldia.com.bo