El guión de la novela

Uno de los trucos de las novelas policiales es mantener en vilo al receptor cambiando de sospechoso en cada capítulo. El guionista lo hace con estrategias de lo más estrafalarias (“envolventes”, dirían algunos), puesto que cada uno sabe desde el principio quién es el principal acusado.



Todos se quedan expectantes; sin embargo, simplemente para descartar las hipótesis que surgen en la novela y al final exclamar “te lo dije, yo sabía desde el principio”. En el 2016 Bolivia ha tenido muchas telenovelas para distraerse, empezando por el “caso Zapata”, cuyo guión ha sido desviado más de la cuenta con la ayudita de los productores externos que no quieren llegar al capítulo final.

Está el Fondo Indígena, el caso Rózsa, la crisis del agua y muchos otros. El más reciente candidato a convertirse en culebrón es el accidente ocurrido con el avión de LaMia en el que murieron 71 personas el pasado 28 de noviembre. Hay muy pocos detalles que quedan sueltos y la opinión pública conoce perfectamente los factores que llevaron a la tragedia. Lo interesante de esta historia es que, a diferencia de las novelas mencionadas, los guionistas no son los acostumbrados, sino que vienen de afuera.

Fuente: eldia.com.bo